El miércoles pasado, Ecuador fue sacudido por un apagón masivo que sumió al país en la oscuridad durante más de tres horas. Este incidente, descrito por el ministro de Energía, Roberto Luque, como una “desconexión en cascada a escala nacional”, ha provocado un caos generalizado en todo el territorio ecuatoriano.
Impacto y restablecimiento del servicio
El apagón afectó a todas las principales ciudades del país, desde Quito hasta Guayaquil, interrumpiendo actividades comerciales, industriales y escolares. Aunque el servicio eléctrico se restableció en un 95% del país hacia las seis y media de la tarde, algunas zonas aún permanecían sin electricidad hasta las siete de la noche.
Causas del apagón
El ministro Luque atribuyó la causa principal del apagón a una falla en la línea de transmisión Milagro-Zhoray. Esta línea, crucial para la distribución de energía, experimentó un fallo que desencadenó un efecto dominó afectando a otras líneas y plantas generadoras en todo el país.
Las recientes lluvias intensas en la sierra y la región amazónica han exacerbado la situación al afectar las operaciones de importantes hidroeléctricas como Coca Codo Sinclair y Agoyán. La sedimentación provocada por las lluvias dañó las turbinas, obligando a su apagado temporal el fin de semana anterior al apagón.
Crisis energética y responsabilidades
El apagón masivo ha puesto de relieve la crisis energética que Ecuador enfrenta desde 2023, agravada por la falta histórica de inversiones en infraestructura eléctrica. Luque criticó a las administraciones previas por no haber invertido en sistemas de protección y modernización del sistema eléctrico durante más de dos décadas.
“Se pudo haber evitado”, enfatizó Luque, al tiempo que subrayaba que el apagón era un reflejo directo de años de negligencia en la inversión en generación, transmisión y distribución de electricidad. El actual gobierno ha enfrentado críticas por su gestión de la crisis energética, con cortes diarios de hasta diez horas en algunas regiones desde abril.
Medidas y futuro
El Ministerio de Educación reaccionó suspendiendo las clases presenciales vespertinas para asegurar la seguridad de los estudiantes. Mientras tanto, el gobierno ha prometido aumentar la inversión en infraestructura energética para evitar futuros apagones masivos y mejorar la resiliencia del sistema eléctrico nacional.
En resumen, el apagón masivo en Ecuador ha destacado la urgente necesidad de modernizar y fortalecer la infraestructura energética del país para garantizar un suministro eléctrico confiable y estable en el futuro.
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