La segunda reunión del Consejo Nacional de Salarios, celebrada el 12 de diciembre de 2024, concluyó sin consenso entre los empleadores y los representantes de los trabajadores sobre el aumento de salarios para el año 2025. La decisión final sobre el incremento salarial quedará a cargo del Ministerio de Trabajo, ante la imposibilidad de ambos sectores de llegar a un acuerdo.
El contexto de la reunión
La reunión, presidida por la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, se llevó a cabo en las instalaciones del Ministerio de Trabajo en Quito, y estuvo centrada en la discusión sobre el incremento del salario básico para el próximo año. Antes de iniciar el encuentro, Núñez presentó datos relevantes sobre la situación económica del país, obtenidos de fuentes como el Banco Central, el Servicio de Rentas Internas (SRI) y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Estos insumos fueron utilizados por ambos sectores como base para presentar sus respectivas propuestas.
Las propuestas de los trabajadores ante salarios
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT), principal gremio sindical del país, planteó una propuesta radical para el incremento salarial. Marcela Arellano, portavoz del FUT, reiteró su solicitud de un aumento de USD 102, argumentando que la situación económica del país y la precariedad del empleo justifican un incremento significativo. Arellano expresó su preocupación por los datos del INEC, que muestran una alta tasa de precarización e informalidad en el empleo, lo que afecta directamente a las familias ecuatorianas.
El FUT considera que el salario básico no es suficiente para cubrir los costos de la canasta básica, que asciende a alrededor de USD 800, y destacó que muchas familias dependen de más de un miembro trabajador para subsistir. A pesar de las discrepancias, la dirigente sindical instó a la ministra Núñez a ampliar los días de diálogo con el fin de llegar a un consenso.
La postura de los empleadores
Por su parte, los empleadores se mantuvieron firmes en su propuesta de un aumento modesto. Según la Cámara de Comercio de Guayaquil, su propuesta es un incremento de USD 6,95, basado en la inflación actual. Paul Corral, uno de los representantes del sector empresarial, recalcó que, de no llegar a un acuerdo, será el Ministerio de Trabajo quien determine el aumento salarial tomando como base la inflación.
Xavier Rosero, también representante de los empleadores, rechazó la propuesta del FUT, señalando que un aumento de USD 102 sería inviable a menos que se registre un crecimiento significativo de la productividad en el país. Según sus cálculos, el incremento salarial debería ser de USD 4, que consideran más acorde con la realidad económica del Ecuador.
La intervención del Ministerio de Trabajo
En un ambiente tenso, la ministra Ivonne Núñez intervino varias veces para moderar el debate. Durante la reunión, Núñez recordó que la primera cita entre empleadores y trabajadores había servido para analizar las proyecciones económicas para el próximo año, incluyendo datos sobre inflación y crecimiento económico.
Al no lograrse un consenso en el encuentro del 12 de diciembre, la ministra anunció que el Ministerio de Trabajo tomaría la decisión final. Para ello, se considerará la inflación estimada para 2025 y el crecimiento económico proyectado. Además, Núñez mencionó la posibilidad de combinar ambos indicadores para determinar el aumento. Dependiendo de los cálculos finales, el aumento podría situarse entre USD 10 y USD 16.
La postura de los trabajadores ante la precarización de salarios
Marcela Arellano, del FUT, fue clara al expresar su descontento con la situación laboral en Ecuador, señalando que muchos trabajadores perciben sueldos que no cubren ni siquiera los gastos básicos de sus hogares. La sindicalista subrayó que, a pesar de que en el país se dice que cada familia tiene al menos un trabajador, la realidad es que no todos los trabajadores perciben el salario mínimo.
Ante estos comentarios, la ministra Núñez discrepó con Arellano, rechazando las acusaciones sobre la falsificación de los datos del INEC. La ministra sugirió que si realmente existiera evidencia de este tipo de irregularidades, la sindicalista debería acudir a la Fiscalía para presentar una denuncia formal.
La postura empresarial: la viabilidad del aumento
Desde el lado empresarial, la propuesta de aumentar el salario en más de USD 100 fue vista como una medida no viable. Según los empleadores, un incremento de esa magnitud requeriría un crecimiento de la productividad del país del 23%, lo cual, según ellos, no es realista.
Los empresarios destacaron que el aumento de USD 4 es técnicamente viable, basándose en los índices actuales de inflación y en la necesidad de mantener la estabilidad económica del país. También mencionaron que un aumento drástico podría generar efectos negativos en la competitividad y la generación de empleo, algo que sería contraproducente para el desarrollo del país.
Un camino incierto: la resolución final
La reunión terminó sin un acuerdo entre los dos sectores, dejando la decisión final en manos del Ministerio de Trabajo. La ministra Ivonne Núñez recalcó que cualquier resolución debe ser adoptada antes del 20 de diciembre de 2024. Aunque se sigue esperando una solución que satisfaga a ambas partes, la ministra afirmó que se tomarán en cuenta los indicadores económicos del país para garantizar que el aumento sea justo y viable para todos los sectores.
En resumen, la discusión sobre los salarios para 2025 continúa siendo un tema controversial, con posturas muy marcadas entre empleadores y trabajadores. Mientras los gremios sindicales exigen aumentos sustanciales para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, los empleadores temen que un aumento excesivo pueda afectar la estabilidad económica del país. La última palabra la tendrá el Ministerio de Trabajo, que deberá equilibrar ambos intereses en su decisión final.
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