En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado rápidamente en la generación de imágenes, desde ilustraciones al estilo «Ghibli» hasta representaciones más realistas. Sin embargo, este progreso tiene un costo ambiental que no siempre es evidente. Un estudio realizado en 2023 reveló que la creación de una sola imagen con IA puede consumir una cantidad significativa de recursos, especialmente energía y agua. Esto plantea preocupaciones sobre el impacto ambiental de estas tecnologías que, en apariencia, parecen inofensivas.
Consumo de energía en la generación de imágenes mediante IA
El proceso de creación de imágenes mediante IA requiere una cantidad considerable de energía. Según el estudio, cada 1,000 inferencias de imagen pueden consumir alrededor de 2,9 kilovatios hora (kWh) de electricidad, lo que equivale a lo que necesita un teléfono móvil para cargar completamente su batería. En comparación, generar texto consume solo 0,047 kWh en las mismas condiciones. Este alto consumo energético se debe a la complejidad de los modelos de IA que se utilizan para producir imágenes realistas y detalladas.
El agua y su papel en la refrigeración de los servidores
Además del consumo energético, la generación de imágenes mediante IA también implica un uso considerable de agua. Para mantener los servidores que ejecutan estos modelos fríos, se requiere una gran cantidad de agua. Según el estudio, la cantidad de agua utilizada puede llegar a 3,45 litros por imagen generada, lo que resulta en un impacto considerable en la huella hídrica de la tecnología. Este gasto es principalmente debido al enfriamiento de los sistemas en los centros de datos donde se procesan estas operaciones.
Aumento del consumo de agua en centros de datos
El consumo de agua en los centros de datos no es algo nuevo, pero su aumento es cada vez más significativo debido al crecimiento de la IA. En el caso del centro de datos de Microsoft en Iowa, se ha registrado un incremento del 37% en el consumo de agua entre 2021 y 2022, alcanzando un total de 6,436 millones de litros al año. Esta cifra está directamente relacionada con la intensificación del uso de modelos de IA, como GPT-4, que requieren más recursos para funcionar.

El reto de la sostenibilidad en la inteligencia artificial
El consumo de recursos en la creación de imágenes mediante IA plantea serios desafíos en términos de sostenibilidad. Aunque algunas empresas tecnológicas están tomando medidas para reducir su huella de carbono y optimizar el uso de agua, los expertos advierten que estas soluciones individuales no son suficientes. Con un consumo proyectado que podría alcanzar entre 85 y 134 teravatios hora (TWh) para 2027, la inteligencia artificial podría llegar a consumir tanta energía como países enteros, lo que subraya la necesidad de una regulación más efectiva en cuanto al impacto ambiental de estas tecnologías.
Conclusión: Hacia un futuro más sostenible en la IA
Si bien la creación de imágenes mediante inteligencia artificial ha traído avances significativos en el campo del arte digital y más allá, no podemos ignorar su impacto ambiental. Con un consumo de energía y agua tan alto, se hace imprescindible encontrar soluciones más sostenibles para reducir la huella ecológica de estas tecnologías. Es necesario un enfoque más equilibrado que combine la innovación tecnológica con la responsabilidad ambiental.
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