En el norte de la Franja de Gaza, específicamente en el campo de refugiados de Jabalia, los bombardeos israelíes han dejado un escalofriante saldo de al menos 100 personas fallecidas, según informaron las autoridades médicas locales. La brutal campaña, que ha elevado el número total de víctimas a 18.800 y 51.000 heridos, ha generado una crisis humanitaria de proporciones devastadoras.
La noche anterior, se reportaron 90 muertes en los bombardeos sobre Jabalia, y el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, también fue blanco de ataques nocturnos que resultaron en al menos 25 víctimas. Entre ellas, 10 pertenecían a una misma familia, mientras que una periodista identificada como Haneen Alial-Qutshan, que trabajaba para una emisora de radio en Gaza, se encontraba entre los fallecidos, elevando a 95 el número de periodistas y personal de prensa asesinados por los bombardeos israelíes en Gaza.
La respuesta de Israel, declarando la guerra a Hamás y lanzando ataques masivos incluso contra instalaciones civiles, ha exacerbado la crisis humanitaria al imponer un bloqueo total al territorio palestino, afectando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. La incursión terrestre del 27 de octubre agravó aún más la situación.
A pesar de una tregua humanitaria del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante la cual se canjearon rehenes israelíes de Hamás por presos palestinos, las operaciones bélicas se reanudaron, reduciendo el flujo de ayuda humanitaria desde Egipto a una quinta parte de lo necesario, según la ONU.
La llamada de numerosos países a un alto el fuego y la búsqueda de una solución de dos Estados, respaldada por la ONU, se presenta como la única vía para alcanzar una paz duradera en la región, mientras Gaza se sumerge en una profunda tragedia.
