Deepfakes: la amenaza silenciosa que compromete la seguridad bancaria
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha alcanzado niveles sorprendentes en la generación de contenido audiovisual casi indistinguible de la realidad. Esta técnica se denomina deepfake, un término que combina “deep learning” (aprendizaje profundo) y “fake” (falso). Aunque los deepfakes pueden utilizarse con fines creativos o educativos, su aplicación malintencionada ha suscitado preocupación, particularmente en el ámbito de la seguridad bancaria.

¿Qué son los deepfakes y por qué preocupan?
Los deepfakes son videos, imágenes o audios generados mediante IA que imitan con precisión la apariencia y la voz de una persona real. Esta sofisticación tecnológica permite crear contenido convincente, donde individuos parecen decir o hacer cosas que jamás ocurrieron. Dicha exactitud hace que detectar el engaño resulte sumamente complicado para el ojo humano y las herramientas tradicionales.
Inicialmente, los deepfakes tuvieron usos mayormente recreativos, como “revivir” actores fallecidos o realizar montajes humorísticos. Sin embargo, su potencial para el fraude y la manipulación los ha convertido en un recurso peligroso para ciberdelincuentes.
El peligroso impacto de los deepfakes en fraudes bancarios
Los criminales emplean deepfakes para suplantar la identidad de directivos, funcionarios o clientes bancarios. Mediante videollamadas fraudulentas, audios clonados o videos manipulados, logran engañar a empleados o sistemas automatizados. Esto facilita la autorización ilícita de transferencias, la obtención de información confidencial o la aprobación de operaciones financieras irregulares.
Por ejemplo, se han documentado casos donde llamadas falsas con voces clonadas de jefes solicitan transferencias urgentes, o videos falsos en los que ejecutivos aparentan dar instrucciones financieras. Además, ataques dirigidos a sistemas biométricos de verificación facial o de voz aumentan el riesgo, ya que estas tecnologías pueden ser vulneradas por deepfakes generados por IA.
Estrategias para mitigar el riesgo de deepfakes en la banca
Prevenir fraudes relacionados con deepfakes requiere una combinación de medidas tecnológicas y educativas. En primer lugar, la verificación por múltiples canales es crucial: confirmar órdenes importantes mediante llamadas directas o correos oficiales puede evitar engaños. También es imprescindible implementar autenticación multifactor, evitando confiar exclusivamente en métodos biométricos.
La capacitación constante de empleados y usuarios fortalece la resiliencia ante estas amenazas emergentes. Además, fomentar la sospecha ante instrucciones inusuales o urgentes, incluso si parecen provenir de fuentes confiables, puede marcar la diferencia entre un fraude y una transacción segura.
Conclusión
El avance tecnológico es imparable, y los deepfakes son una clara manifestación de su potencial disruptivo. En el ámbito financiero, anticiparse a estas nuevas formas de fraude es esencial. Comprender cómo funcionan los deepfakes y su uso malicioso es fundamental para proteger la seguridad bancaria.
Fuente: PRIMICIAS
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