Los asesinatos a periodistas en Ecuador alcanzaron una cifra récord en 2025, con cinco comunicadores ejecutados en contextos de extrema violencia. El caso más brutal ocurrió en marzo, cuando Patricio Aguilar, director de un medio comunitario en Quinindé-Esmeraldas, recibió 30 disparos mientras cubría una noticia. Esta escalada de violencia letal contra la prensa expone una crisis sin precedentes en la seguridad de los comunicadores del país.
Cinco Crímenes que Comparten un Patrón Alarmante
Además de Aguilar, los asesinatos a periodistas en Ecuador incluyen a Xavier Ramos en Guayaquil, Sebastián Rivadeneira en Manabí, Fernando Álvarez en Salitre y Darwin Baque en Guayaquil. Estos casos revelan patrones preocupantes: tres de los cinco crímenes ocurrieron en Guayas, provincia que concentra la mitad de las 10.630 muertes violentas registradas este año. Sin embargo, la conexión más inquietante radica en cómo se investigan estos crímenes.
Fiscalía Trata los Casos Como Homicidios Comunes
La Fiscalía no ha establecido líneas investigativas que consideren el trabajo periodístico como posible móvil del crimen. Todas las investigaciones permanecen en indagación previa bajo reserva, tratando los asesinatos como homicidios comunes. Esta situación alarma a organizaciones defensoras de la libertad de prensa.
Susana Morán, directora ejecutiva de Periodistas Sin Cadenas, advierte que «la violencia letal hacia periodistas ha avanzado de manera muy acelerada». Ningún otro año en la historia ecuatoriana había registrado tantos comunicadores asesinados, superando incluso el caso de los tres periodistas de El Comercio ejecutados en la frontera con Colombia.
La Falta de Datos Específicos Agrava el Problema
Cuando se solicitó información sobre amenazas o intimidaciones contra periodistas, la Fiscalía respondió que «no tiene esas cifras». El sistema atraviesa una reingeniería para generar estadísticas segmentadas, por lo tanto, la institución desconoce la dimensión real del problema. Esta ausencia de datos impide identificar si las denuncias provienen de trabajadores de la comunicación.
César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, había expuesto previamente ante la exfiscal Diana Salazar la preocupación por no investigar el móvil profesional en los asesinatos a periodistas en Ecuador. Desde la Fiscalía manifestaron no tener herramientas normativas para llevar adelante estas investigaciones especializadas.
Protocolos Internacionales Ignorados en Ecuador
Los protocolos de la Unesco establecen que cuando un periodista sufre muerte violenta debe abrirse una línea de investigación vinculada a su oficio. Ecuador no aplica este estándar internacional, generando un clima de impunidad generalizada. Morán y Ricaurte coinciden en que esta falta de investigaciones segmentadas aumenta el riesgo: «tememos que esto vaya en aumento, la violencia contra periodistas».
Impunidad: Un Problema Global con Consecuencias Locales
La impunidad en asesinatos a periodistas en Ecuador refleja una tendencia mundial. Entre 2006 y 2024, más de 1.700 periodistas fueron asesinados globalmente, y nueve de cada diez casos permanecen sin resolverse judicialmente, según el observatorio de la Unesco.
Por consiguiente, Ecuador enfrenta no solo una crisis de seguridad para sus comunicadores, sino también una deuda institucional que amenaza la libertad de prensa. Sin investigaciones especializadas ni protocolos específicos, el panorama para el periodismo ecuatoriano se torna cada vez más peligroso.
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Fuente:
lahora
