Ecuador atraviesa una grave crisis energética provocada por una histórica sequía que ha afectado a los ríos que alimentan sus principales centrales hidroeléctricas. La crisis se ha intensificado desde mediados de septiembre, cuando los cortes de electricidad diarios se convirtieron en una medida constante para mitigar la escasez de energía. La situación ha empeorado en las últimas semanas, y el Gobierno ha anunciado medidas más drásticas, incluyendo apagones de hasta 12 horas al día para los hogares y cortes severos para el sector industrial.
El Impacto de los Apagones en el Sector Industrial
La Cámara de Industrias y Producción (CIP) de Guayaquil, a través de su presidenta María Paz Jervis, ha manifestado su rechazo ante la decisión de llevar a cabo un apagón de cinco días completos en tres sectores industriales de Quito. La medida está programada para la próxima semana, del lunes 11 al viernes 15 de noviembre, y se ha dispuesto como respuesta a la escasez de energía que afecta al país.
“Desconectar a la industria por 24 horas afectaría profundamente al empleo y la economía de las familias ecuatorianas. La industria no son solo empresas: son personas, ciudadanos y vidas que dependen de su estabilidad”, expresó Jervis, destacando que la crisis energética está teniendo un impacto devastador para todos los ecuatorianos.
Reuniones y Reclamaciones del Gremio Empresarial
El sábado 9 de noviembre, los empresarios fueron convocados de emergencia a la segunda reunión del Comité Asesor Permanente de Energía, un grupo creado para discutir la crisis, pero que según Jervis, “no tiene competencia para tomar decisiones”. A pesar de sus esfuerzos, los empresarios no recibieron la información adecuada ni soluciones inmediatas para enfrentar los cortes programados.
La presidenta de la CIP también destacó que la falta de planificación y previsibilidad en la gestión de la crisis ha generado incertidumbre en el sector industrial y comercial. Además, los cortes de energía anunciados no se cumplieron según lo programado, lo que exacerbó aún más los problemas para los negocios que ya estaban sufriendo con cortes más largos de lo esperado.
Las Pérdidas Económicas por los Apagones
Según cálculos de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), cada hora sin electricidad genera pérdidas de aproximadamente 18 millones de dólares, si los cortes alcanzan las cinco horas diarias. Sin embargo, los apagones han superado en algunos casos las 14 horas al día. En total, se estima que las pérdidas económicas en el sector comercial desde el inicio de la crisis energética ascienden entre 3.000 y 3.500 millones de dólares.
El gremio también subrayó que las pequeñas tiendas y mercados han experimentado una caída en sus ventas de entre el 40 % y el 50 %, lo que equivale a una pérdida de aproximadamente 5 millones de dólares diarios. En este contexto, la CCQ alertó sobre la importancia de proteger las ventas del comercio durante el mes de diciembre, que representa un 15 % de los ingresos anuales del sector comercial, alcanzando más de 10.000 millones de dólares.
La Causa de la Crisis Energética
La crisis energética de Ecuador está relacionada con un déficit de aproximadamente 1.000 megavatios, una situación exacerbada por la dependencia del país de las hidroeléctricas, que constituyen más del 70 % de su matriz energética. La sequía más grave de los últimos 60 años ha reducido el caudal de los ríos, lo que ha afectado directamente la capacidad de generación de las hidroeléctricas.
El Gobierno ha intentado mitigar esta situación con medidas como la puesta en marcha urgente de la central hidroeléctrica Toachi-Pilatón, con una potencia de 204 megavatios. Además, se están realizando gestiones para importar energía de empresas colombianas, aunque hasta el momento el Gobierno de Colombia ha rechazado la propuesta de reanudar el suministro de electricidad.
El Debate Sobre Inversiones y Reformas en el Sector Energético
El Gobierno también ha señalado que la crisis energética se ha visto agravada por la falta de inversiones en el sector energético en los últimos años. Actualmente, el sector está controlado en su totalidad por empresas públicas, lo que ha abierto un debate sobre la necesidad de realizar reformas para facilitar la llegada de inversión privada. Los empresarios y expertos han señalado que la participación del sector privado podría ser crucial para mejorar la infraestructura energética del país y asegurar un suministro estable a largo plazo.
La situación energética en Ecuador sigue siendo una de las principales preocupaciones para el sector industrial y comercial, que enfrenta graves pérdidas económicas y un futuro incierto. Los apagones prolongados y la falta de una solución efectiva han generado desconfianza en las políticas del Gobierno, mientras que las empresas exigen un enfoque más transparente y previsivo para gestionar la crisis. La solución a este problema no solo requiere de medidas inmediatas, como la importación de energía y la puesta en marcha de nuevas plantas, sino también de una reforma estructural en el sector energético para garantizar su sostenibilidad y atraer inversiones que permitan a Ecuador superar esta crisis a largo plazo.
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