Una mirada a las crecientes necesidades de financiamiento del país para 2026
El Ecuador deberá obtener al menos 16.055 millones de dólares en nueva deuda durante 2026 para sostener el funcionamiento del Presupuesto General del Estado. Según el economista Jaime Carrera, integrante del Observatorio de la Política Fiscal, esta cifra refleja un déficit estructural profundo que se agrava por la falta de ingresos reales y por una proforma basada en proyecciones que no cuentan con sustento suficiente.
En términos prácticos, el país tendría que endeudarse más de 1.300 millones de dólares cada mes, un ritmo que revela la fragilidad financiera del Estado y la creciente dependencia de créditos internos y externos.
Necesidades de financiamiento que superan la proforma en Ecuador
El cálculo oficial contempla 16.055 millones de dólares para cubrir déficit, amortizaciones y pasivos. Esta cifra se distribuye en:
- 5.414 millones en déficit fiscal
- 4.400 millones en amortizaciones internas
- 3.952 millones en amortizaciones externas
- 2.289 millones en otras obligaciones
No obstante, Carrera sostiene que el monto real del financiamiento requerido alcanza los 25.127 millones de dólares si se incorporan pasivos no reflejados como CETES, convenios de liquidez y atrasos con entidades como el IESS y proveedores. Este ajuste evidencia una presión financiera aún mayor y un modelo que él considera insostenible.

Una proforma construida sobre ingresos que no son seguros
El análisis señala que la proforma de 2026 incluye más de 5.400 millones de dólares en transferencias de capital basadas en eventuales monetizaciones de activos, ventas futuras y mecanismos aún indefinidos. Estas fuentes, advierte Carrera, no cuentan con sustento concreto y fueron incorporadas para cumplir con las exigencias constitucionales de incrementos mínimos en educación y salud.
Además, la proyección sobre ingresos tributarios y petroleros se muestra excesivamente optimista. El estimado petrolero para 2026 considera precios bajos, menor producción y el impacto de la no explotación del ITT.
Un gasto corriente que absorbe casi todos los ingresos de Ecuador
Si se excluyen las transferencias de capital sin respaldo tangible, los ingresos permanentes del Estado apenas cubren una parte del gasto corriente, que supera los 24.034 millones de dólares. Este rubro incluye salarios, transferencias al IESS, bonos sociales, intereses de la deuda y otros compromisos rígidos.
Este escenario deja poco espacio para la inversión pública en Ecuador, que podría reducirse a cerca de 970 millones de dólares, condicionada a la liquidez disponible.
Déficit fiscal que seguirá creciendo en 2026
El Gobierno de Ecuador reconoce un déficit de 5.414 millones de dólares, cifra que supera ampliamente la meta comprometida con organismos multilaterales. Incluso el déficit primario, antes de considerar el pago de intereses, muestra un saldo negativo de 944 millones de dólares.
Carrera considera que esto genera un ciclo preocupante: endeudarse para pagar intereses que continúan aumentando justamente por el endeudamiento.
Obligaciones constitucionales difíciles de cumplir
Las disposiciones que obligan a aumentar cada año el presupuesto de salud y educación se han vuelto difíciles de sostener. El economista señala que estas normas son incompatibles con la realidad fiscal actual, pues su cumplimiento total generaría un déficit mucho mayor. Proyecciones de especialistas como Fausto Ortiz indican que ese desequilibrio podría llegar a los 10.000 millones de dólares.
El peso de la deuda pública para Ecuador en 2026
El servicio de la deuda en Ecuador alcanzará los 12.822 millones de dólares, de los cuales 4.470 millones corresponden a intereses. Este valor supera, por sí solo, lo destinado a sectores prioritarios como salud, educación o defensa. La presión que ejerce este rubro limita la capacidad del Estado para atender otras necesidades esenciales.
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