Durante el año 2024, Ecuador registró un récord de más de 465 millones de transacciones digitales. Según datos de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES). De este total, 81,1 millones correspondieron directamente a compras en línea, reflejando el avance continuo del comercio electrónico en el país. Este fenómeno responde a una mayor adopción de plataformas digitales. Cambios en los hábitos de consumo y el impulso que recibieron las ventas virtuales tras la pandemia.

Proyecciones económicas y expansión del sector
Las cifras del año pasado revelan que el comercio electrónico ecuatoriano generó aproximadamente USD 5.500 millones en ventas. Para el 2025, se proyecta un crecimiento sostenido que podría llevar esta cifra hasta los USD 6.500 millones, lo que consolidaría aún más al ecommerce como uno de los pilares del comercio moderno en Ecuador.
Este panorama evidencia que tanto grandes empresas como emprendimientos locales están migrando o fortaleciendo su presencia digital, aprovechando las oportunidades de venta directa. Reducción de intermediarios y mayor acceso a audiencias diversas a través de internet.
El reto oculto: la logística de devoluciones
A pesar del entusiasmo por el crecimiento del ecommerce, uno de los desafíos menos visibles pero fundamentales es la logística inversa, es decir, el proceso que permite a los consumidores devolver productos a los vendedores. Esta etapa no solo involucra la recolección del artículo. Sino también su inspección, posible reacondicionamiento, reintegración al inventario o disposición adecuada si no puede ser reutilizado.
Según Enrique Ycaza de Drivin Ecuador, esta fase es clave para mantener la confianza del cliente y sostener la eficiencia operativa. Drivin, una empresa de software para logística, estima que entre el 1% y el 3% de las entregas realizadas a través de su plataforma requieren devoluciones.
Importancia de una logística inversa efectiva
Una logística inversa bien estructurada puede convertirse en una ventaja competitiva importante para las marcas locales. Entre los principales beneficios se destacan:
- Generación de confianza en el cliente: contar con políticas claras y procesos ágiles de devolución aumenta la fidelización.
- Optimización del inventario: los productos devueltos que son reacondicionados pueden ser reincorporados al stock para nuevas ventas.
- Reducción de pérdidas: se identifican productos defectuosos o de baja rotación para manejos estratégicos.
- Sostenibilidad y economía circular: permite prácticas más responsables, como el reciclaje, reutilización de empaques y disminución del desperdicio.
- Ventaja frente a competidores internacionales: una logística rápida y localizada mejora la experiencia del consumidor ecuatoriano.
Hacia un ecosistema digital más eficiente
La digitalización del comercio en Ecuador no solo se trata de vender más. Sino de crear un ecosistema robusto que considere cada etapa de la experiencia de compra, incluidas las devoluciones. Este enfoque integral es esencial para garantizar la sostenibilidad del modelo, satisfacer las expectativas de los consumidores y fomentar la competitividad local.
A medida que el país avanza en su transformación digital. Tanto empresas como instituciones deben trabajar conjuntamente para fortalecer la infraestructura tecnológica y logística que sustente este nuevo paradigma económico.
Fuente: Los Andes
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