Ecuador ha encontrado un aliado estratégico en Suiza en medio del prolongado impasse diplomático con México, estableciendo lo que se conoce como un “acuerdo espejo” para mantener canales diplomáticos y apoyo consular. Este acuerdo se ha vuelto crucial tras la ruptura de relaciones entre Ecuador y México, un conflicto que ha escalado desde la incursión de la Policía ecuatoriana en la Embajada mexicana en Quito.
La incursión en la embajada mexicana
El conflicto diplomático entre Ecuador y México se desató cuando el gobierno ecuatoriano, bajo la administración del presidente Daniel Noboa, autorizó una operación policial para ingresar a la Embajada mexicana en Quito. El objetivo era la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien había buscado refugio en la sede diplomática.
México, indignado por lo que consideró una violación grave de la inviolabilidad de su embajada y de las normas internacionales que protegen la inmunidad diplomática, respondió con la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas con Ecuador.
El rol de Suiza como mediador
En medio de la crisis, Suiza ha emergido como un mediador clave. El acuerdo entre México y Suiza, anunciado durante la visita de la canciller mexicana Alicia Bárcenas a Nidwalden, Suiza, establece que el personal diplomático suizo protegerá las propiedades mexicanas en Ecuador. Esta medida busca garantizar la seguridad de los bienes diplomáticos mientras persiste la situación de tensión entre los dos países latinoamericanos.
El Acuerdo Espejo entre Ecuador y Suiza
Ante la situación de impasse con México, Ecuador ha asegurado un acuerdo similar con Suiza. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano, este acuerdo espejo permitirá mantener canales diplomáticos abiertos y proporcionar apoyo en servicios consulares entre Ecuador y México, a través de la mediación suiza.
Reacciones y perspectivas futuras
La decisión de Ecuador de recurrir a Suiza como mediador refleja los esfuerzos por encontrar una solución diplomática y evitar una escalada mayor en el conflicto con México. Sin embargo, las tensiones siguen altas, con México llevando el caso ante la Corte Internacional de Justicia y Ecuador defendiendo su posición de que actuó dentro de su soberanía y en cumplimiento de sus leyes internas.
Ambos países enfrentan ahora el desafío de buscar una resolución diplomática que respete el derecho internacional y proteja los intereses de sus respectivos ciudadanos y diplomáticos. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo evolucionará esta situación, con la esperanza de una pronta mediación que restaure las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México.
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