El Banco Central del Ecuador (BCE) advierte que los efectos económicos del alza del diésel serán más notorios en 2026, aunque las compensaciones anunciadas por el Gobierno ayudarían a suavizar su impacto. La eliminación del subsidio al diésel, oficializada el 12 de septiembre de 2025, tendrá repercusiones directas en los costos de producción y transporte, elevando los precios de bienes y servicios.
El BCE señala que, pese a estos efectos, las medidas de mitigación —como bonos para transportistas y créditos a sectores productivos— podrían atenuar el alza de precios, especialmente en el transporte público y comercial.
¿Por qué el impacto será más fuerte en 2026?
Aunque el alza del diésel comenzó en el último cuatrimestre de 2025, el Banco Central proyecta que los efectos económicos del alza del diésel se manifestarán de forma más intensa en 2026. Esto se debe a que el precio actual de USD 2,80 por galón se mantendrá hasta diciembre, cuando empezará a fluctuar mediante un sistema de bandas vinculado al mercado internacional.
La inflación promedio para 2025 se estima en 1,3%, considerada moderada. Pero para 2026, se prevé un salto hasta el 3,2%, lo que duplicaría el nivel actual. Además, se espera una desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que pasará del 3,8% en 2025 a 1,8% en 2026. Esta contracción se atribuye a una disminución del consumo familiar y a una posible caída de remesas desde EE.UU., debido a nuevos impuestos.
Riesgos sociales y económicos asociados al ajuste
El BCE no solo se enfoca en el alza de precios. También menciona el riesgo de conflictividad social como un factor que podría reducir la confianza de los consumidores e inversionistas. Las mesas de diálogo lideradas por el Gobierno han enfrentado desafíos para definir políticas compensatorias efectivas. Hay preocupación de que diversos actores sociales consideren insuficientes las medidas anunciadas.
En este contexto, se han producido manifestaciones y paros organizados por grupos indígenas y campesinos, con bloqueos viales y presencia de la fuerza pública. El BCE alerta que este ambiente podría afectar el dinamismo económico, reduciendo el consumo, la inversión y el crecimiento proyectado.
Compensaciones anunciadas por el Gobierno
El Gobierno ha desplegado un conjunto de medidas de compensación para enfrentar los efectos económicos del alza del diésel. Entre ellas destacan:
- Compensaciones mensuales de hasta USD 1.800 para transporte público
- Bono de chatarrización aumentado a USD 23.000
- Créditos con tasa preferencial de 9% para renovar flotas
- Pago de deudas históricas al sector transporte
- Inversión en infraestructura vial y zonas de descanso
- Ampliación del Bono de Desarrollo Humano
- Programas de apoyo a agricultores y pescadores
- Devolución directa del IVA a adultos mayores
Estas acciones están financiadas con los USD 424 millones ahorrados por el recorte del subsidio, y el Ejecutivo ha anunciado que se redirigirán más de USD 1.100 millones a estos programas.
Impacto fiscal y situación actual
Según el Ministerio de Finanzas, el subsidio al diésel habría costado USD 1.243 millones en 2025 si no se eliminaba. Con la reforma vigente, se estima que el gasto se reducirá a USD 819 millones. Esta diferencia permitirá al Estado destinar mayores recursos a compensaciones directas y programas sociales, lo que busca equilibrar los efectos redistributivos del ajuste.
No obstante, el entorno sigue siendo frágil. Las tensiones sociales, la incertidumbre sobre la implementación de las bandas de precios y la respuesta de los sectores afectados podrían marcar el rumbo económico de 2026.
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