El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó el 22 de abril de 2025 su informe Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), en el que mejoró ligeramente la proyección de crecimiento para Ecuador en 2025, pasando del 1,6 % al 1,7 %. Este aumento, aunque leve, indica una señal de recuperación económica paulatina.
Sin embargo, la cifra se mantiene por debajo de la proyección del Banco Central del Ecuador (BCE), que prevé un crecimiento del 2,8 % para el mismo año. Esta diferencia de 1,1 puntos porcentuales refleja las divergencias en los escenarios evaluados por los organismos nacionales e internacionales.
Proyecciones para 2026 y tendencia de recuperación
Para el año 2026, el FMI estima que el Producto Interno Bruto (PIB) ecuatoriano crecerá un 2,1 %, lo cual muestra una tendencia de recuperación lenta pero sostenida. Sin embargo, la cifra continúa estando por debajo de lo que se considera necesario para un impulso vigoroso en el desarrollo económico y social del país.
Estabilidad en el desempleo, pero sin avances significativos
En el ámbito laboral, el FMI mantiene su pronóstico de que el desempleo en Ecuador se ubicará en el 4 % durante 2025, lo que refleja una estabilidad relativa pero también evidencia la dificultad del país para generar empleo formal y de calidad. Esta cifra es idéntica a la presentada en informes previos, lo que subraya la persistencia de desafíos estructurales en el mercado laboral.
Panorama económico regional adverso
El informe del FMI también señala que América Latina y el Caribe experimentarán un crecimiento limitado, reduciendo la proyección de crecimiento regional de 2,5 % a 2 % en 2025, debido a condiciones económicas globales adversas. Entre los factores que afectan a la región están la desaceleración del comercio internacional, tensiones geopolíticas y condiciones financieras más estrictas.
Para 2026, el organismo prevé una leve recuperación del crecimiento regional al 2,4 %.
Inflación e inestabilidad económica regional
Uno de los puntos destacados por el FMI es la reducción proyectada de la inflación en América Latina. Se espera que el índice pase de 16,6 % en 2024 a 7,2 % en 2025 y a 4,8 % en 2026, en gran parte gracias a los ajustes fiscales implementados en Argentina y Venezuela.
No obstante, el informe señala una alta heterogeneidad regional: mientras Sudamérica enfrenta mayores niveles de inflación e inestabilidad, Centroamérica muestra un crecimiento más estable, con inflación controlada y déficits externos manejables.
Desafíos estructurales persistentes
A pesar de las señales de recuperación, el FMI insiste en que América Latina enfrenta retos estructurales de larga data, como la desigualdad social, rigidez fiscal, baja productividad y alta dependencia de las materias primas. Estos factores son exacerbados por el contexto internacional actual, marcado por el auge del proteccionismo comercial y la incertidumbre política y financiera.
Aunque el FMI presenta una ligera mejora en las perspectivas económicas de Ecuador, el país debe tomar en cuenta que su crecimiento sigue siendo modesto y por debajo de las expectativas locales. Además, la estabilidad en los niveles de desempleo no oculta los desafíos de fondo en la generación de empleo formal y la reactivación de sectores productivos. A nivel regional, la volatilidad económica continúa siendo un riesgo, por lo que Ecuador deberá navegar con cautela los próximos años.
Fuente: El Comercio
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