La tasa de homicidios intencionales en Ecuador ha experimentado una disminución significativa del 18% en lo que va de 2024, en comparación con el mismo período de 2023. Según informó el viceministro del Interior, Lyonel Calderón, en una rueda de prensa el pasado lunes. Este descenso es atribuido a los operativos intensificados y a la coordinación de esfuerzos por parte de las fuerzas de seguridad del país.
Reducción en las cifras de homicidios
La cifra de homicidios intencionales en Ecuador pasó de 6.973 muertes violentas entre el 1 de enero y el 10 de noviembre de 2023 a 5.717 en el mismo periodo de 2024. Calderón destacó estos datos como una muestra de los avances en la lucha contra la violencia y el crimen organizado en el país, que ha sido uno de los mayores desafíos para la actual administración.
En Quito, capital de Ecuador, también se registró una disminución significativa, con una reducción del 16,3% en los homicidios respecto al mismo periodo del año anterior. Las autoridades atribuyen estos resultados a los esfuerzos conjuntos de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y el Bloque de Seguridad.
Estrategia de combate contra el crimen organizado
El Bloque de Seguridad, conformado por la Policía Nacional. Las Fuerzas Armadas y los ministerios de Interior y Defensa Nacional, ha ejecutado operativos a gran escala como parte de la estrategia para reducir el crimen en el país. Esta coordinación busca golpear las redes de delincuencia organizada, que en los últimos años han generado una crisis de inseguridad en Ecuador.
En su intervención, el ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, detalló que además del combate al narcotráfico, el Bloque de Seguridad ha tomado medidas contra la minería ilegal. Actividad que, según las autoridades, financia a grupos criminales en el país. En la última semana, se destruyeron tres campamentos de minería ilegal en la provincia de Orellana y se inhabilitaron 35 accesos a minas ilegales en la provincia de Carchi.
Incremento en la incautación de drogas
Uno de los logros importantes que el viceministro Calderón subrayó fue el aumento del 32,5% en las incautaciones de drogas en 2024. Hasta el 10 de noviembre, Ecuador había decomisado 250 toneladas de drogas, superando las 188 toneladas incautadas en el mismo período del año anterior. Esto sitúa a Ecuador entre los países con mayores volúmenes de decomisos de droga, después de Colombia y Estados Unidos.
Este aumento en las incautaciones de drogas responde a la estrategia implementada en los principales puertos de Ecuador, como el de Guayaquil. Utilizado por redes de narcotráfico para movilizar grandes cantidades de estupefacientes.
Golpes al tráfico de armas y combustible
Además del narcotráfico y la minería ilegal, las autoridades han trabajado en el control de tráfico de armas y combustible, otros elementos utilizados por las bandas criminales. Según el comandante general de la Policía Nacional, Víctor Hugo Zárate, en 2024 se han confiscado 9.161 armas de fuego, 382.529 balas, 19.633 armas blancas y 1.902 kilos de explosivos. Estas operaciones han resultado en la recuperación de 5.318 vehículos y 7.950 motocicletas que habrían sido robadas para operaciones ilícitas.
En relación al tráfico de combustible, durante la última semana se decomisaron 63.000 galones de carburante (equivalentes a 238.000 litros), utilizados principalmente en actividades de minería ilegal y tráfico de drogas.
Detenciones y operativos contra el crimen organizado
En lo que va del año, las acciones del Bloque de Seguridad han llevado a la detención de 1.473 personas vinculadas a bandas de delincuencia organizada y a 1.483 personas acusadas de extorsión y secuestro. Las detenciones son parte de una estrategia para desmantelar las estructuras criminales que operan en varias provincias del país. Muchas de las cuales tienen un control significativo dentro de las cárceles y zonas vulnerables.
Declaración de conflicto armado interno y medidas de emergencia
Desde el inicio de su mandato, el presidente Daniel Noboa ha implementado una política de endurecimiento contra el crimen, elevando la lucha contra las bandas criminales a la categoría de “conflicto armado interno”. Esta medida ha permitido a las autoridades catalogar a estos grupos como terroristas y, como respuesta, Noboa ha decretado estados de excepción. Permitiendo la militarización de las cárceles controladas por bandas delictivas y la implementación de operativos de emergencia en las zonas con mayor incidencia de delitos.
A pesar de los logros obtenidos en la reducción de la violencia, el gobierno de Ecuador enfrenta importantes desafíos para mantener y aumentar esta tendencia positiva. Las organizaciones criminales continúan adaptándose, y los índices de violencia en ciertos sectores aún requieren atención. Además, organismos de derechos humanos y la ciudadanía han manifestado preocupaciones sobre el posible impacto de la militarización en las cárceles y el respeto a los derechos de los internos.
El gobierno de Daniel Noboa ha reafirmado su compromiso de combatir la delincuencia y mejorar las condiciones de seguridad en el país.
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