La compañía china Huawei continúa en el centro del debate internacional por sus presuntos vínculos con el régimen de Pekín. Estados Unidos y la Unión Europea han advertido sobre los posibles riesgos de seguridad que implican sus sistemas tecnológicos, que incluyen software de cifrado de datos y plataformas de gestión operativa. Desde 2021, la administración de Joe Biden incluyó a Huawei en la lista 1260H, que recoge a las empresas que podrían colaborar directa o indirectamente con las fuerzas militares chinas.
España desafía las advertencias internacionales
A pesar del veto y las restricciones impuestas por Washington y Bruselas, el Gobierno de Pedro Sánchez ha duplicado la concesión de certificados de seguridad a Huawei. Estos permisos permiten que la Administración contrate productos y servicios de la tecnológica asiática. La pregunta que surge es evidente: ¿por qué España mantiene su relación con una empresa bajo sospecha global?

El papel de Zapatero y su entorno político
La respuesta podría estar relacionada con el círculo de influencia del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Tras las acusaciones de Estados Unidos, se conoció que las hijas del exmandatario fueron contratadas por Huawei. Además, la empresa mantenía una estrecha colaboración con la consultora Acento, fundada por el exministro José Blanco, y en la que también participaron figuras socialistas como Antonio Hernando y el propio Zapatero.
Huawei figuró como cliente de Acento hasta 2024, cuando desapareció del registro de transparencia de la Unión Europea. Sin embargo, las conexiones políticas y empresariales ya habían dejado una profunda huella.
La advertencia europea y la persistencia española
Mientras la Comisión Europea instaba a los Estados miembros a limitar o excluir a Huawei de sus redes 5G por motivos de seguridad, el Ejecutivo español optó por mantener las licitaciones con la compañía. Este contraste entre las alertas internacionales y las decisiones nacionales plantea dudas sobre las verdaderas motivaciones detrás de estas alianzas tecnológicas.
Una sombra difícil de disipar
El caso Huawei en España trasciende el ámbito tecnológico: combina intereses económicos, relaciones políticas y decisiones estratégicas que ponen a prueba la independencia del país frente a las potencias mundiales. La figura de Zapatero, con su cercanía a regímenes cuestionados, vuelve a aparecer como un actor clave en una trama donde los límites entre la política y los negocios se difuminan.
Más noticias:
Traslado de Jorge Glas a la Cárcel del Encuentro: Correa arremete contra Noboa
Fuente:
