El inicio de un nuevo boom minero en Ecuador se perfila como uno de los acontecimientos económicos más decisivos del 2026, impulsado por la reapertura progresiva del catastro minero, la adjudicación del proyecto Llurimagua y la esperada firma del contrato de explotación de Cangrejos. Tras ocho años de cierre institucional y un 2025 marcado por demoras administrativas, el Gobierno de Daniel Noboa pretende consolidar una hoja de ruta que reactive la minería metálica a gran escala y que permita atraer capitales estratégicos en un contexto de creciente demanda internacional de metales críticos.
La reapertura del catastro y el inicio de un nuevo boom minero en Ecuador
Según el viceministro de Minas, Javier Subía, desde febrero de 2026 comenzará la recepción de nuevas solicitudes para mediana y gran minería, mientras que el segundo semestre representará la apertura total del catastro para proyectos metálicos. Este proceso se da después del colapso administrativo originado por más de 320 solicitudes para pequeña minería no metálica, ingresadas solo entre julio y noviembre de 2025. Ese volumen evidenció un interés acumulado durante años de paralización institucional y reafirma que el país mantiene un atractivo geológico significativo, especialmente en oro, plata y cobre.
Cangrejos: la megamina que marcará el inicio de un nuevo boom minero en Ecuador
El primer hito determinante será la firma del contrato de explotación de Cangrejos, prevista para la primera quincena de enero de 2026. Este proyecto, situado en El Oro y concesionado a Odin Mining —filial de Lumina Gold—, se convertirá en la mina de oro más grande en operación dentro del país. Generará 1.250 empleos directos, requerirá entre USD 1.300 y USD 1.400 millones en inversión y aportará alrededor de USD 6.000 millones al Estado durante su vida útil. Asimismo, la compañía deberá adelantar USD 22 millones en regalías al iniciar la fase de construcción.
Llurimagua: otro eje del inicio de un nuevo boom minero en Ecuador
En paralelo, el concurso internacional para Llurimagua se posiciona como otro punto determinante. Ubicado en Imbabura y considerado uno de los yacimientos de cobre más grandes del planeta, este proyecto bajo control de Enami ingresará a licitación tras el arbitraje favorable que puso fin al conflicto con Codelco. Debido a su magnitud, Subía indicó que ninguna empresa planea asumirlo de forma individual, por lo que Enami prepara un marco normativo apto para asociaciones y consorcios de escala global.
Un catastro reactivado y desafíos pendientes
Entre febrero y junio de 2026 se prevé finalizar la depuración de trámites rezagados correspondientes a la pequeña minería no metálica. Con ese proceso concluido, el sistema podrá enfocarse plenamente en recibir solicitudes para minería metálica. No obstante, persisten desafíos relevantes. Loma Larga, en Azuay, continúa suspendido debido a la revocatoria de su licencia ambiental. El Ministerio de Ambiente y Energía condiciona su avance a la resolución de observaciones socioambientales aún vigentes.
Perspectivas para 2026
Ecuador se posiciona como un territorio multimetálico con capacidad para captar inversión sostenida, especialmente en un contexto de precios internacionales altos. Para Subía, el futuro económico del país depende en gran medida del desarrollo de la mediana y gran minería metálica. En la misma línea, el ingeniero Bernardo López advierte que si el Gobierno cumple hitos como la firma de Cangrejos en enero, la recepción de solicitudes desde febrero y la apertura total del catastro en el segundo semestre, el inicio de un nuevo boom minero en Ecuador será finalmente una realidad esperada por casi una década.
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Fuente:
www.lahora.com
