La Isla Santa Rosa se ha convertido en el centro de un conflicto diplomático entre Perú y Colombia. El gobierno peruano sostiene que la soberanía sobre la isla es clara e indiscutible, apoyándose en tratados históricos firmados a lo largo del siglo XX. Por su parte, Colombia reafirma su respeto a los acuerdos bilaterales y aboga por la resolución pacífica de cualquier diferencia territorial en la región amazónica.

Ambos países insisten en mantener el diálogo y evitar tensiones, reconociendo la importancia de los tratados internacionales que definen sus fronteras, especialmente el Tratado Salomón-Lozano de 1922, que fija los límites en el río Putumayo y Amazonas, incluyendo la Isla Santa Rosa.
Importancia de los tratados internacionales en la delimitación territorial
Los tratados internacionales entre Perú y Colombia son la base legal que establece la frontera en la región amazónica. El Tratado Salomón-Lozano, firmado en 1922 y ratificado en 1930, define el límite territorial y ha sido aceptado por ambos congresos como vigente y vinculante.
A pesar de interpretaciones divergentes ocasionales sobre ciertos puntos en el terreno, las cancillerías de ambos países aseguran que no existe ambigüedad en cuanto a la soberanía sobre la Isla Santa Rosa y que los mecanismos para resolver cualquier diferencia están contemplados en estos acuerdos.
Ubicación geográfica y relevancia estratégica de la Isla Santa Rosa
La Isla Santa Rosa está situada en la confluencia del río Amazonas, cerca de la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil. Es la única isla habitada bajo soberanía peruana en esa zona, lo que le otorga un valor estratégico para la vigilancia fluvial, el control migratorio y aduanero.
La isla está frente a las ciudades colombianas de Leticia y brasileñas de Tabatinga, lugares con intensa interacción comercial y cultural. Esto convierte a Santa Rosa en un punto clave para la conectividad regional y la seguridad en la frontera.
Impacto social y económico en los habitantes de la isla
La población de Santa Rosa vive principalmente de la pesca, el comercio y el transporte fluvial. La economía local depende en gran medida de la movilidad transfronteriza y el intercambio con Leticia y Tabatinga, mercados donde se comercializan productos agrícolas y pesqueros.
Sin embargo, la incertidumbre derivada del conflicto territorial genera preocupación entre los habitantes, quienes a veces sienten que la atención estatal es insuficiente debido a la complejidad logística y el acceso limitado a la isla. Los servicios básicos, como salud y educación, dependen principalmente de iniciativas peruanas, aunque existe colaboración con localidades vecinas en Colombia y Brasil para emergencias.
Cooperación y diálogo para la estabilidad fronteriza
Ambos gobiernos coinciden en la necesidad de evitar confrontaciones y mantener la estabilidad en la frontera común. Se promueve un ambiente de cooperación para la seguridad y el desarrollo sostenible de las comunidades amazónicas.
El mantenimiento del diálogo diplomático y la coordinación de acciones conjuntas son clave para preservar el bienestar de las poblaciones y proteger los recursos naturales en la región.
La Isla Santa Rosa representa un punto estratégico y simbólico en la frontera amazónica entre Perú y Colombia. Mientras Perú reafirma su soberanía basándose en tratados históricos, Colombia subraya la importancia del respeto a los acuerdos bilaterales y la resolución pacífica de disputas.
El futuro de la isla y sus habitantes depende en gran medida de la voluntad política de ambos países para mantener el diálogo y fortalecer la cooperación, garantizando así la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible en esta zona vital de la Amazonía.
Fuente:infobae
Te puede interesar:
¿Son suficientes las leyes de Daniel Noboa para combatir las economías criminales en Ecuador?