La lucha social por el agua en Cuenca
El proyecto minero Loma Larga, ubicado en el páramo de Kimsakocha, ha generado un fuerte rechazo social y político en Cuenca. Organizaciones sociales, gremios y autoridades locales denuncian que la licencia ambiental otorgada a Dundee Precious Metals Ecuador pone en riesgo la seguridad hídrica de la región.
La marcha convocada el 16 de septiembre de 2025 refleja el creciente descontento ciudadano. Yaku Pérez, de la FOA, anticipó que será un grito desde Cuenca hacia el país y el mundo.
Problemas en la delimitación del proyecto
El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, revirtió el catastro de la empresa minera por inconsistencias en los linderos registrados. Según denunció, el Municipio anterior habría otorgado 140 hectáreas adicionales sin respaldo técnico ni legal. Aunque esta medida no detiene la explotación, sí complica la gestión de la empresa.
El presidente Daniel Noboa advirtió que si la oposición local no se sustenta con informes técnicos, podrían surgir conflictos internacionales. Sin embargo, las autoridades locales insisten en que ya entregaron los documentos que evidencian los riesgos de contaminación.

Riesgos ambientales en Kimsakocha
Informes de Etapa y consultorías independientes desde 2012 alertan sobre la vulnerabilidad del páramo de Kimsakocha. De allí nacen los ríos Tarqui, Yanuncay e Irquis, fuentes vitales de agua para consumo humano, riego y actividades agropecuarias.
Estudios de la Universidad de Cuenca confirman la interacción entre aguas superficiales, subterráneas y de lluvia, lo que aumenta el riesgo de contaminación. Además, la explotación subterránea podría secar humedales y afectar de manera irreversible la sostenibilidad hídrica.
El manejo de metales pesados como arsénico y cadmio en relaveras plantea un grave riesgo a largo plazo. Se estima que al final de 12 años de explotación se acumularían más de 5,5 millones de toneladas de desechos tóxicos.
Impactos sociales y culturales
La investigadora Nataly Torres advierte que más de 600.000 habitantes de Cuenca podrían verse afectados por la actividad minera. El páramo pasó de ser un ecosistema de conservación a una zona con uso industrial, generando erosión, pérdida de cobertura vegetal y riesgos de contaminación de fuentes hídricas.
Conclusión
El caso de Kimsakocha refleja la tensión entre la explotación minera y la defensa del agua. Para las comunidades y autoridades locales, los informes técnicos existentes son suficientes para revocar la licencia ambiental del proyecto Loma Larga y proteger la seguridad hídrica de Cuenca.
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Fuente:
lahora