El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visitó Quito el 4 de septiembre de 2025, otorgando un espaldarazo a la gestión del presidente Daniel Noboa. La reunión se centró en la seguridad y el combate al crimen organizado, destacando la cooperación estadounidense con Ecuador por un monto cercano a USD 20 millones, que incluirá apoyo logístico, vehículos aéreos no tripulados y capacitaciones especializadas.

La visita también abre la posibilidad de la nombramiento de un nuevo embajador de Estados Unidos en Quito, tras la salida de Arthur Brown en abril de 2025, un cambio relacionado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su política exterior más imprevisible.
Uso de fuerza letal y estrategia militar
Durante su intervención, Marco Rubio señaló que los aliados de Estados Unidos podrían ejecutar operaciones letales contra grupos narcoterroristas, destacando que Ecuador podría actuar directamente en su territorio. Esto marca un cambio respecto a acuerdos anteriores, que permitían la llegada de fuerzas estadounidenses a operar bajo ciertos parámetros y con inmunidad.
Rubio elogió la disposición del gobierno ecuatoriano para enfrentarse al crimen organizado y destacó la importancia de declarar a ciertas bandas como grupos terroristas, lo que permitirá compartir información de inteligencia y coordinar operaciones potencialmente letales por parte de Ecuador.
Tensión con la visión de soberanía ecuatoriana
La propuesta de uso de fuerza letal y cooperación estrecha con Estados Unidos no coincide totalmente con la visión de Noboa sobre la instalación de bases militares extranjeras en el país, tema que se someterá a consulta popular en los próximos meses. Rubio aclaró que solo se consideraría un escenario de bases militares si existe una invitación formal por parte del Gobierno ecuatoriano.
Esta situación refleja la delicada línea entre la cooperación internacional y la soberanía nacional, donde Ecuador busca mantener el control sobre sus decisiones estratégicas, incluso frente a presiones de aliados poderosos.
Intercambio de favores y cooperación económica
Más allá del ámbito militar, la visita también abordó temas económicos y comerciales. Rubio enfatizó que la estabilidad y seguridad son fundamentales para el crecimiento económico y la inversión extranjera, responsabilizando al crimen organizado transnacional de la crisis de violencia en Ecuador.
El gobierno estadounidense ofreció USD 13,5 millones en cooperación de seguridad, además de USD 6 millones para vehículos aéreos no tripulados para la marina ecuatoriana. Por su parte, la canciller Gabriela Sommerfeld resaltó la recepción de deportados de terceros países y la importancia de mantener el derecho de veto sobre estos perfiles, subrayando la defensa de la soberanía ecuatoriana.
Hojas de ruta y acuerdos futuros
Aunque Rubio pasó alrededor de dos horas y media en reuniones privadas en Carondelet, dejó claro que algunos temas, como tratados comerciales o proyectos con el FMI, serán analizados por Estados Unidos de manera independiente.
No obstante, la visita reafirma a Ecuador como un aliado estratégico de Washington en la región, especialmente en la coordinación de objetivos militares y políticos relacionados con la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado
La visita de Marco Rubio a Quito representa un espaldarazo político y militar para el gobierno de Daniel Noboa, pero también genera desafíos sobre la soberanía y el uso de la fuerza en la lucha contra el crimen organizado. El equilibrio entre cooperación internacional, seguridad y autonomía será clave para definir el rumbo de la política ecuatoriana en los próximos meses.
Fuente: Primicias
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