En las elecciones presidenciales de Ecuador de 2025, los votos nulos, blancos y el ausentismo juegan un papel crucial en el resultado. Con la segunda vuelta a la vista, los candidatos deben enfrentarse a un panorama electoral donde estos tipos de voto podrían influir decisivamente. ¿Es posible movilizar a los votantes ausentes y convencer a los votantes nulos de que se inclinen por una opción en la segunda vuelta? A continuación, analizamos los datos y las dinámicas de estos comportamientos electorales.
Datos de la primera vuelta: Un panorama polarizado
En la primera vuelta de las elecciones del 9 de febrero de 2025, los resultados de los tres principales candidatos fueron los siguientes:
- Daniel Noboa (ADN): 44,16% de votos.
- Luisa González (Revolución Ciudadana): 43,97% de votos.
- Leónidas Iza (Pachakutik): 5,25%.
A su vez, se registraron 6,8% de votos nulos y 2,16% de votos blancos, mientras que 2’467.759 ciudadanos se abstuvieron de votar. Estos números reflejan una notable polarización entre Noboa y González, con apenas un 0,2% de diferencia entre ambos.
Si analizamos el histórico de los últimos procesos electorales, observamos que los votos nulos y blancos han sido una constante, aumentando particularmente en los últimos años. Esto se debe a diversos factores, entre ellos la falta de identificación de los electores con los candidatos y la creciente polarización política.
El voto nulo y blanco: Formas legales de sufragio
El voto nulo es aquel que se emite en desacuerdo con cualquiera de las opciones presentadas, mientras que el voto blanco es el que no elige ninguna de las candidaturas. Ambos son tipos de sufragio reconocidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), pero sus efectos en la segunda vuelta dependerán en gran medida de la movilización de los votantes que optaron por estos tipos de voto.
Según Esteban Ron, analista electoral, la polarización política está directamente relacionada con el aumento de los votos nulos. “Cuando un tercer candidato no es considerado viable, los electores tienden a optar por el voto nulo como forma de protesta o de falta de identificación con las opciones principales», señala.
Por otro lado, el voto blanco se mantiene constante, pero muchas veces refleja una postura de desinterés o desconcierto ante las propuestas de los candidatos.
El ausentismo: Un factor clave en las elecciones
El ausentismo es otro de los aspectos que podría alterar los resultados en la segunda vuelta. En las elecciones de 2025, la cifra de votantes ausentes alcanzó los 2’467.759. Este fenómeno ha sido recurrente en los últimos comicios, y se ve influido por diversos factores, como la migración, las dificultades en el registro electoral y el desinterés de la población en participar.
Ron explica que la falta de inscripción y los procesos migratorios afectan gravemente la participación, sobre todo en sectores donde la movilización es más compleja, como los pueblos indígenas o las zonas más apartadas del país. Además, los ciudadanos que viven en el exterior tienen un voto facultativo, lo que también disminuye la participación.
Polarización: Un factor determinante
La polarización política en Ecuador también influye de manera significativa en el comportamiento electoral. En los últimos años, la política ecuatoriana se ha caracterizado por la fuerte división entre dos bloques principales, lo que ha llevado a muchos votantes a sentirse fuera de lugar o a no identificarse con ninguna de las opciones. Esto se refleja en el aumento de los votos nulos y blancos.
Luis Verdesoto, sociólogo y exconsejero electoral, indica que la polarización no solo afecta a los votantes, sino también a los candidatos. «En una segunda vuelta, lo que veremos es una batalla voto a voto. La clave será cómo los candidatos logran segmentar sus mensajes para atraer a aquellos votantes que aún están indecisos o que votaron de forma nula o blanca», explica.
¿Es posible mover el voto nulo y blanco?
La posibilidad de movilizar a los votantes nulos y blancos dependerá de la capacidad de los candidatos para conectar con estos votantes en la segunda vuelta. Con la diferencia entre Daniel Noboa y Luisa González siendo tan estrecha, cualquier cambio en estos votos podría ser determinante.
Esteban Ron resalta que la estrategia clave será segmentar el mensaje político, apuntando a sectores específicos de la población como jóvenes, mujeres y las zonas rurales, quienes podrían sentirse más distantes de los partidos tradicionales. Además, será crucial apelar al sentido de urgencia y la importancia del voto en un contexto tan polarizado.
La polarización y la participación electoral
Si bien el voto nulo y blanco podría seguir aumentando en la segunda vuelta, los analistas coinciden en que la participación en general también debería incrementarse. En el pasado, en segundas vueltas se ha observado una mayor movilización electoral, pero esto dependerá del contexto político y social en el que se desarrolle la campaña final.
Verdesoto advierte que un aumento en los votos nulos no necesariamente desestabilizará el panorama, siempre y cuando no altere significativamente la balanza entre los dos candidatos principales. Sin embargo, si los votos nulos se distribuyen de forma que favorezcan a un candidato, podrían modificar el resultado final.
Conclusión: Un desafío para los candidatos
En resumen, la segunda vuelta electoral de 2025 en Ecuador presenta un desafío para los dos candidatos principales, Noboa y González. Aunque el voto nulo y blanco han sido una constante en las elecciones recientes, las dinámicas de polarización y la movilización del electorado en un contexto de alta fragmentación política pueden jugar un papel clave en la decisión final.
La pregunta es si los candidatos lograrán conquistar estos votos y si el ausentismo, un factor importante, disminuirá lo suficiente como para alterar el resultado final de la elección. Lo único claro es que la competencia será feroz, y cada voto contará.
Fuente: La Hora
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