A solo un mes de las votaciones del referéndum y consulta popular 2025, el ambiente político en Ecuador se encuentra marcado por la paralización nacional y las tensiones sociales que han desplazado el interés ciudadano por el proceso electoral. Analistas coinciden en que, aunque el Gobierno busca centrar la atención en las reformas que propone la consulta, la realidad social del país ha desviado el debate hacia las demandas económicas y laborales que motivaron las movilizaciones.

El contexto social eclipsa la campaña política
El paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que se mantuvo activo hasta el 15 de octubre, ha tenido un fuerte impacto en la percepción pública sobre la coyuntura política.
Según especialistas, la ciudadanía no ha mostrado un interés profundo en los temas del plebiscito, pues la atención está centrada en los problemas inmediatos, como el costo de vida, la seguridad y la situación laboral.
Mientras tanto, los actores políticos intentan mantener viva la campaña por el Sí y el No, aunque sus mensajes compiten con la cobertura mediática del paro nacional y la crisis social que atraviesa el país.
Las estrategias del Gobierno y la oposición
El Gobierno de Daniel Noboa promueve el voto Sí, argumentando que las reformas planteadas en la consulta buscan fortalecer la seguridad, mejorar la gestión institucional y modernizar la justicia. No obstante, su mensaje ha perdido fuerza ante las constantes movilizaciones y el descontento en diversos sectores sociales.
Por otro lado, organizaciones sociales, movimientos indígenas y sectores de oposición impulsan el No, señalando que las preguntas del referéndum podrían afectar derechos colectivos o concentrar más poder en el Ejecutivo.
En particular, la Conaie sostiene que el referéndum busca debilitar la autonomía de los pueblos indígenas y reducir su participación política, motivo por el cual ha incorporado esta postura en su discurso de movilización.
Una ciudadanía distraída y fragmentada
Los analistas políticos señalan que el principal desafío de los próximos días será recuperar el interés ciudadano en el proceso electoral. A diferencia de otras consultas populares, esta vez no se percibe un debate público sólido ni una comprensión generalizada de las preguntas que se someterán a votación.
El 16 de noviembre de 2025, los ecuatorianos recibirán una sola papeleta con cuatro preguntas, correspondientes tanto al referéndum como a la consulta popular. Sin embargo, gran parte de la población aún no conoce el contenido de estas preguntas ni sus posibles implicaciones políticas y jurídicas.
La desinformación, la falta de campañas masivas y la dispersión de los mensajes han contribuido a que la consulta pierda protagonismo en medio de la crisis social.
Impacto del paro en la narrativa política
El paro nacional no solo ha paralizado actividades en varias provincias, sino que también ha redefinido la narrativa política del país.
Los dirigentes indígenas han utilizado el espacio de movilización para expresar su rechazo al Gobierno y al proceso de consulta, mientras que el Ejecutivo insiste en que la consulta es una herramienta democrática para conocer la opinión ciudadana sobre temas de interés nacional.
Sin embargo, la confrontación entre ambos sectores ha generado un clima de polarización que dificulta la construcción de un debate técnico e informado sobre las reformas planteadas.
Desafíos rumbo al 16 de noviembre
Con el calendario electoral avanzando, el Consejo Nacional Electoral (CNE) continúa con la preparación de la jornada de votación, mientras los partidos políticos intentan reactivar sus campañas.
No obstante, los expertos advierten que el interés ciudadano podría seguir siendo bajo si no se logra reconducir la conversación pública hacia el contenido de las preguntas del referéndum.
El desafío del Gobierno será recuperar la confianza y la atención del electorado, demostrando que las reformas propuestas responden a las necesidades reales del país. En contraste, los sectores opositores buscarán consolidar su mensaje de resistencia y defensa de los derechos sociales y colectivos.
Un proceso que marcará el rumbo político del país
El referéndum y la consulta popular del 2025 se perfilan como un punto de inflexión para el Gobierno y para el panorama político ecuatoriano. Más allá del resultado, el proceso reflejará el estado de ánimo social y la capacidad del Ejecutivo para mantener el diálogo en un contexto de conflictividad y demandas urgentes.
El desenlace del 16 de noviembre no solo definirá las reformas constitucionales propuestas, sino también el nivel de confianza ciudadana en el Gobierno y las instituciones democráticas, en un momento donde la estabilidad política depende de la capacidad de consenso y transparencia.
Fuente: El Universo
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