El 7 de septiembre de 2025, el Cabildo Cívico de Quito envió una carta al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) solicitando que la Plaza de Toros Quito sea declarada como bien patrimonial. El objetivo es evitar su posible demolición, anunciada por los propietarios del inmueble en julio pasado. La petición se fundamenta en el valor histórico, cultural y simbólico que este recinto tiene para la capital, pese a que se trata de un bien privado.

Argumentos en defensa del patrimonio
En la misiva, dirigida a Amanda Brown, directora encargada del INPC, se resalta que la Plaza constituye parte de la memoria urbana de Quito. “Más allá de que se reanude o no la fiesta brava, su valor cultural y simbólico es incuestionable”, señala el documento, destacando que el recinto ha mantenido permisos municipales y ha sido sede de eventos culturales hasta hace pocas semanas.
Razones detrás de la demolición
La intención de los propietarios de derribar la estructura se basa en fallas físicas, deterioro general y la falta de un uso sostenido. Según estudios técnicos contratados por ellos mismos, la Plaza no sería viable para rehabilitación y presentaría limitaciones para albergar grandes espectáculos. No obstante, los solicitantes cuestionan estos argumentos, señalando que el recinto aún es apto para eventos y que la demolición respondería más a intereses económicos que a problemas estructurales.
El declive tras la prohibición de las corridas
La Plaza de Toros, inaugurada en 1960, fue durante décadas un epicentro de la fiesta brava en Quito. Sin embargo, su rol cambió radicalmente tras la consulta popular de 2011, que prohibió la muerte del toro en espectáculos públicos. Desde entonces, se intentó reinventar el espacio como sede de conciertos, ferias y actividades deportivas, aunque de manera esporádica y sin una programación constante.
¿Un bien moderno puede ser patrimonial?
Uno de los puntos más debatidos en esta solicitud es el criterio de antigüedad para declarar patrimonio. El Cabildo Cívico sostiene que la Plaza, pese a ser una construcción moderna inaugurada en 1960, no debería quedar fuera del resguardo patrimonial. Citan casos como el del Hotel Quito o el Estadio Olímpico Atahualpa, edificaciones del siglo XX reconocidas por su importancia histórica y arquitectónica.
Competencias y decisiones institucionales
El Municipio de Quito ha señalado que no tiene competencia directa sobre la conservación de este inmueble, al tratarse de una propiedad privada. La única institución con potestad legal para declarar el carácter patrimonial de la Plaza es el INPC, razón por la cual la petición se presentó de manera formal.
Una apelación a la memoria colectiva
La carta enviada por el Cabildo concluye con un llamado a preservar la memoria de la ciudad frente a intereses económicos. “Solicitamos su colaboración para que este lugar cargado de historia y significado no sea reducido a escombros”, señala el documento, apelando a la misión del INPC de resguardar los bienes con valor cultural
Fuente: Expreso.ec
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