La plaza de toros Quito patrimonio se encuentra en el centro de una batalla legal que moviliza a la sociedad civil quiteña. Desde el 20 de agosto de 2025, activistas liderados por Raúl González han enviado más de 60 oficios al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural para declarar patrimonial este emblemático inmueble de 66 años.
La iniciativa ciudadana surgió ante la amenaza de demolición del recinto taurino, propiedad de la empresa Citotusa. González y su equipo entregan oficios cada martes al INPC, manteniendo una presión constante para proteger esta construcción de 1959. Sin embargo, solo recibieron respuesta al primer documento, mientras los siguientes permanecen sin contestación oficial.
La preocupación radica en el futuro incierto del inmueble, cuya conservación no estaría garantizada según denuncian los activistas. Aseguran que existe interés latente en reemplazar la plaza por construcciones modernas, ignorando su valor simbólico, histórico y urbanístico para la capital ecuatoriana.
Valor Urbanístico de la Plaza de Toros Quito Patrimonio
Gustavo Rivera Soasti recuerda que durante su construcción, únicamente existían potreros alrededor del área. No obstante, la plaza generó infraestructura vial, servicios básicos y crecimiento urbano significativo. «La zona creció en torno a la plaza. Hoy no se puede ignorar esa historia», sostiene el experto.
Rivera defiende que más allá del debate tauromáquico, el interés se centra en preservar el acervo cultural. Específicamente, el componente urbano e histórico que marcó la identidad de tres generaciones quiteñas. Ejemplifica la situación comparándola con una hipotética demolición del Coliseo Romano por sus contiendas sangrientas.
Además, recuerda que en la consulta popular de 2011, que eliminó las corridas en Quito, la diferencia entre votos fue mínima. Sin embargo, el resultado transformó la vida cultural capitalina y generó efectos económicos considerables para el sector.
Símbolo Arquitectónico de Identidad Quiteña
El arquitecto Jorge Gallegos manifiesta que es momento de repensar el valor de la plaza de toros Quito patrimonio en términos arquitectónicos. Considera que representa un elemento fundamental de la identidad capitalina que merece protección institutional.
«Crecimos con la plaza, desde pequeños fuimos parte de esa construcción social, cultural y de identidad de la ciudad», señala Gallegos. Por tanto, corresponde que los empresarios tengan clara su responsabilidad patrimonial con la comunidad quiteña.
Según su criterio, el abandono del inmueble no justifica su demolición. Por el contrario, considera que evidencia una estrategia deliberada para desvalorizarlo. Paradójicamente, el recinto mantiene permisos municipales y albergó eventos hasta fechas recientes.
Respuesta Institucional del INPC y Municipio
González asegura que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural está dispuesto a atender el pedido ciudadano. No obstante, requiere pronunciamiento municipal previo para proceder con la evaluación correspondiente. El 4 de septiembre, la entidad remitió el oficio al Secretario de Hábitat y Ordenamiento Territorial.
EXPRESO consultó a la entidad municipal, que informó emitirá respuesta dentro de plazos legales establecidos. Dicha contestación servirá como insumo para que el INPC tome decisión conforme a la Ley de Cultura y Patrimonio sobre la posible declaratoria patrimonial.
En julio pasado, el Municipio recalcó que esta construcción de 1959 carece de protección patrimonial según la legislación vigente. Además, al tratarse de bien privado, argumentan no tener injerencia directa, situación que los ciudadanos interpretan como evasión de responsabilidades.
Demanda Social por Preservación Cultural
Los activistas insisten que el patrimonio no debe evaluarse únicamente por titularidad pública o privada, sino por valor cultural, social y simbólico. Señalan que el cabildo tiene obligación de preservar el acervo cultural citadino independientemente de la propiedad.
Rivera recuerda que el municipio impidió previamente la demolición de una casa en la avenida 12 de Octubre, con menor implicación cultural que la plaza. «¿Por qué no lo harían ahora?», cuestiona el especialista ante la aparente inacción institutional.
A medida que aumentan los oficios entregados, se espera pronunciamiento definitivo de alcaldía e INPC frente a esta demanda social. González aclara que no defienden mantener una estructura vacía, sino la memoria, identidad e historia urbana que no puede perderse.
Finalmente, la plaza de toros Quito patrimonio representa más que un edificio abandonado. Constituye un referente cultural que moldeó el desarrollo de importantes sectores capitalinos y merece evaluación patrimonial seria por parte de las autoridades competentes.
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