El correísmo bajo presión política en sus frentes locales
La presión política al correísmo se ha intensificado durante los últimos meses. No es solo su bancada en la Asamblea la que se desmorona. También sus autoridades locales se han convertido en focos de controversias y cuestionamientos públicos.

Una bancada fragmentada y debilitada
Desde la salida del poder, la presión política ha sido constante en varios espacios. Su mayor fortaleza, la Asamblea Nacional, ha comenzado a flaquear. Aunque en otros periodos fue mayoría, ahora sus escaños están dispersos.
El correísmo ha enfrentado traiciones internas, votos sorpresivos y escándalos que han afectado su cohesión. Por ello, la presión política ha tenido más impacto en este periodo. Incluso existen acusaciones graves dentro de su bloque.
Las autoridades locales, bajo escrutinio
Pero la presión política al correísmo no se limita a la Asamblea. También alcanza a sus autoridades en gobiernos locales. Antes, estos espacios le servían para mantener presencia opositora y reforzar sus campañas. Hoy son focos de crisis.
Los alcaldes de Quito y Guayaquil, por ejemplo, enfrentan procesos legales, críticas públicas y hasta disputas internas. Esto evidencia que la presión política está presente en distintos niveles de poder.
El caso de Aquiles Alvarez
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil, está bajo una intensa presión política al correísmo. Primero, por el juicio del Caso Triple A, donde se le investiga por presunta comercialización ilícita de combustibles.
Además, su relación con el Gobierno es tensa desde el inicio del actual periodo presidencial. Incluso, proyectos municipales han sido bloqueados por orden directa de autoridades centrales. La presión política en este caso es notoria.
Por último, las declaraciones del sentenciado Daniel Salcedo lo vinculan, sin pruebas, a presuntos actos ilícitos. Según Alvarez, se trata de un ataque sistemático.
El caso de Pabel Muñoz
Pabel Muñoz, alcalde de Quito, tampoco escapa de la presión política al correísmo. En 2024, la crisis de incendios no le afectó tanto. Pero ahora enfrenta críticas severas por la crisis de agua en el sur de la capital.
Más de 400.000 personas han resultado afectadas. Y desde el Ejecutivo le acusan de vulnerar derechos ciudadanos. Muñoz sostiene que no ha recibido colaboración. Esta confrontación demuestra cómo la presión política al correísmo ha escalado.
La crisis parece apenas empezar
La presión política se refleja tanto en lo legislativo como en lo territorial. Estas tensiones han derivado en enfrentamientos internos y externos. Incluso, Rafael Correa sostiene que enfrentan traiciones.
Lo cierto es que la presión política al correísmo no parece disminuir. Por el contrario, todo apunta a una larga etapa de conflictos.
Fuente: PRIMICIAS
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