El prontuario criminal de RPHR comienza el 16 de diciembre de 2019 con el asesinato de Juan Yanza, comerciante cuencano de 76 años. Fue atacado brutalmente por tres personas en su domicilio, en el sur de Cuenca. Según testigos, buscaban robar una importante suma de dinero que nunca encontraron.
Josseline Barreto, implicada en el crimen, se entregó a la justicia y reveló que dos policías de inteligencia facilitaron información sobre la víctima. La situación escaló cuando no hallaron el dinero, lo que provocó el asesinato del anciano. Un año después, los dos atacantes y los dos uniformados fueron sentenciados a 34 años y ocho meses de prisión. Solo Barreto recibió una pena reducida de siete años.
Entre los sentenciados estaba RPHR, en ese momento teniente de la Policía Nacional. Este caso marca el inicio del extenso prontuario criminal de RPHR, quien años más tarde asumiría un papel clave como testigo protegido en uno de los casos más mediáticos del país.
De policía a testigo: el rol de RPHR en el caso Villavicencio
Tras cumplir parte de su condena, RPHR fue recluido en la Cárcel 4 de Quito, reservada para uniformados y presos políticos. Allí conoció a Daniel Salcedo, quien enfrentaba múltiples procesos por corrupción hospitalaria. En 2022, según su propio testimonio, Salcedo lo protegió dentro del penal y le encargó realizar seguimientos a Fernando Villavicencio, entonces presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.
RPHR fue liberado el 13 de septiembre de 2022 mediante un polémico habeas corpus otorgado por Emerson Curipallo, exjuez de Santo Domingo. Junto a él fue liberado también Jordy Portilla, otro policía involucrado en el caso Yanza. Argumentaron que la Corte del Azuay no tramitó correctamente su apelación. Curipallo, quien también ordenó la excarcelación de Jorge Glas ese mismo año, se encontraba vinculado a más de una docena de liberaciones irregulares, muchas relacionadas con narcotráfico y homicidio.
El abogado que representó a RPHR en este proceso fue Christian Romero, quien también defendió a Salcedo y a Glas. Este detalle añade un matiz aún más turbio al prontuario criminal de RPHR, ya que Romero más tarde sería implicado en la red Metástasis.
Extorsión, narcotráfico y nuevas operaciones delictivas
Apenas dos días después de salir de prisión, el 15 de septiembre de 2022, RPHR fue denunciado por extorsión por el abogado Darío B. Según la denuncia, fue captado por cámaras de seguridad merodeando la oficina del denunciante. Al día siguiente, supuestamente siguió y fotografió a su esposa e hijos.
El 27 de septiembre, Darío B. recibió una carta amenazante que exigía la devolución de propiedades, sin que el abogado entendiera el motivo. Las amenazas continuaron por mensajes y llamadas telefónicas, lo cual dio paso a una denuncia formal ante la Fiscalía, aunque hasta hoy no ha prosperado.
En julio de 2023, RPHR supuestamente retomó sus actividades ilegales, esta vez por encargo de un general en servicio pasivo de la Policía, identificado como Víctor A. La misión habría sido seguir al periodista Andersson B. A raíz de ese contacto, volvió a vincularse con José Serrano, con quien habría colaborado anteriormente en operaciones clandestinas durante su paso por el Ministerio del Interior. Todo esto amplía el ya preocupante prontuario criminal de RPHR.
El caso Metástasis y conexiones de alto nivel
En diciembre de 2023, la Fiscalía reveló el caso Metástasis tras analizar los teléfonos del narcotraficante Leandro Norero, quien operaba desde la cárcel de Cotopaxi. Allí se descubrieron conversaciones con Daniel Salcedo, Xavier Jordán y el abogado Christian Romero. Los chats mostraban cómo se promovía la liberación de presos y se planificaban atentados, entre ellos uno contra Villavicencio.
Según RPHR, en medio de esas tramas, entregó en agosto de 2023 un informe con seguimientos a Villavicencio. Días después, el candidato presidencial fue asesinado en Quito. Las declaraciones del testigo vinculan directamente a Salcedo y Serrano con la planificación del crimen. Esta revelación consolidó la imagen de un entramado delictivo de alto nivel, en el que el prontuario criminal de RPHR es apenas una pieza.
Reaparición en cargos públicos y nueva captura
Tras el magnicidio, RPHR se ocultó durante semanas en Samborondón. En ese tiempo volvió a comunicarse con Salcedo, quien presuntamente le ayudó a conseguir un cargo público como director de Aduanas en Loja, Catamayo y Huaquillas. Ocupó este puesto entre agosto y diciembre de 2023, durante los gobiernos de Guillermo Lasso y el inicio de Daniel Noboa.
En julio de 2024, RPHR fue detenido en Ibarra con celulares, GPS y dinero en efectivo. Inicialmente se lo procesó por delincuencia organizada, pero también por tráfico de armas. Este último caso se relaciona con un operativo realizado el 24 de julio en Quito, donde se incautaron armas, municiones y dinero en efectivo. La Policía tenía audios que lo vinculaban directamente con esa operación.
A pesar de las pruebas, un dictamen abstentivo de la Fiscalía provocó su sobreseimiento el 22 de noviembre de 2024. Sin embargo, el caso por delincuencia organizada siguió su curso. Según el Ministerio Público, RPHR lideraba una estructura delictiva que realizaba robos a bancos, transporte de valores, narcotráfico y tráfico de armas, utilizando vehículos de alta gama y motocicletas.
El 31 de mayo de 2024, en Guayaquil, la Policía decomisó 193 kilogramos de cocaína. Según las investigaciones, alias “La R”, como se conoce a RPHR, fue quien coordinó la operación. Actualmente, el juicio por este caso está en proceso, mientras RPHR permanece detenido en la Cárcel 4, nuevamente junto a Salcedo. Ambos siguen siendo testigos protegidos en el caso Villavicencio y sus testimonios apuntan directamente a José Serrano como autor intelectual del crimen.
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