El informe Technology Trends Outlook 2025 de McKinsey identifica 13 tecnologías emergentes con mayor potencial para transformar la industria en los próximos años.
Desde inteligencia artificial avanzada hasta robótica adaptativa, estas innovaciones están cambiando el transporte, la distribución, el almacenamiento y la sostenibilidad energética.
En el sector logístico, adoptarlas ya no es opcional, sino una condición para competir.
Inteligencia artificial con autonomía operativa
La Agentic AI representa una nueva generación de inteligencia artificial capaz de ejecutar tareas complejas sin supervisión constante.
Este avance permite gestionar rutas, reprogramar entregas y tomar decisiones en tiempo real frente a disrupciones.
La IA convencional sigue presente en algoritmos predictivos, visión computacional y análisis masivo de datos aplicados a toda la cadena de suministro.
Hardware y conectividad al servicio de la logística
Chips especializados para procesamiento de IA y gestión de video en tiempo real están optimizando robots de almacén y vehículos autónomos.
En paralelo, tecnologías como 5G, redes LTE privadas y satélites de órbita baja sostienen un ecosistema logístico permanentemente conectado.
Procesamiento en el punto de origen
La combinación de computación en la nube con procesamiento en el borde permite que los datos se analicen donde se generan, reduciendo latencia y acelerando decisiones.
Esto aporta autonomía a equipos distribuidos y agiliza operaciones críticas.
Realidades inmersivas y ciberseguridad crítica
La realidad aumentada y virtual se aplican en la capacitación de operadores y en procesos de picking asistido.
La ciberseguridad se consolida como infraestructura clave, con sistemas de defensa avanzada y autenticación reforzada para proteger redes y plataformas logísticas.
Potencial cuántico y robótica adaptativa
La computación cuántica promete resolver en segundos problemas de optimización complejos, mientras que la criptografía cuántica fortalecerá la seguridad de las comunicaciones.
En robótica, los nuevos sistemas aprenden de su entorno y colaboran con humanos, optimizando el picking, la clasificación y el manejo de cargas.
Movilidad y bioingeniería para cadenas más ágiles
Vehículos eléctricos, drones y unidades autónomas están redefiniendo la última milla y el acceso a zonas rurales.
La bioingeniería aporta empaques inteligentes, etiquetas biodegradables y materiales que prolongan la vida útil de productos sensibles.
El espacio y la energía como aliados logísticos
Sistemas satelitales mejoran la geolocalización, la vigilancia climática y la conectividad en zonas remotas.
En paralelo, soluciones para eficiencia energética, captura de carbono y generación renovable impulsan una logística más sostenible.
Un nuevo mapa de competitividad
Las tecnologías señaladas por McKinsey ya influyen en decisiones estratégicas.
La capacidad para integrarlas y escalarlas definirá qué actores logísticos logran adaptarse a un mercado cada vez más exigente.
Fuente: The Logistics World
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