La inteligencia artificial (IA) generativa se ha consolidado como una herramienta transformadora en múltiples sectores, desde el entretenimiento hasta la educación y el entorno laboral. Sin embargo, el uso adecuado de la inteligencia artificial generativa sigue siendo un reto, especialmente frente a los riesgos éticos, legales y de desinformación.
Qué es la inteligencia artificial generativa y cómo se aplica
Modelos como ChatGPT, DALL-E, Gemini, Sora o Copilot representan ejemplos populares de inteligencia artificial generativa. Estas herramientas, mediante algoritmos de aprendizaje profundo y modelos fundacionales, permiten crear textos, imágenes, videos y sonidos de manera autónoma. Su uso adecuado requiere comprender su funcionamiento y limitaciones.
Estas plataformas funcionan a partir de «prompts», es decir, instrucciones humanas que guían la generación de contenido. Si bien facilitan procesos creativos y productivos, su uso indiscriminado sin supervisión humana puede dar lugar a errores o información engañosa.
La confianza en la IA: una cuestión de percepción y educación
Según un estudio de Ipsos realizado en junio de 2025, el 67% de personas afirma conocer el concepto de IA, aunque solo el 52% entiende los servicios que la aplican. No obstante, menos de la mitad confía en que sus datos personales serán protegidos por las compañías que emplean esta tecnología.
Uno de los problemas del uso inadecuado de la inteligencia artificial generativa es su tendencia a «alucinar», es decir, generar datos falsos por falta de contexto o sesgos en el entrenamiento. Esto puede conducir a desinformación si no se verifica la información generada.

Cuatro claves para el uso adecuado de la inteligencia artificial generativa
Paulina Vizcaíno, experta en ciencia de datos e inteligencia artificial, recomienda considerar los siguientes principios:
- Verificación de información: No compartir contenido sin comprobar su fuente y contexto.
- Privacidad: Evitar exponer datos personales, financieros o médicos.
- Uso ético en la educación: No sustituir el aprendizaje personal por automatización.
- Propiedad intelectual: Evitar el plagio y citar herramientas utilizadas correctamente.
Educarse para usar la IA de forma efectiva
Un uso adecuado de la inteligencia artificial generativa requiere formación técnica y pensamiento crítico. Marilyn Andino, de la USFQ, destaca la necesidad de incluir matemáticas, fundamentos de software y manejo de «prompts» en la educación formal. De esta forma, se puede garantizar que las personas sean competitivas en un entorno laboral que cambia rápidamente por el impacto de la IA.
La tecnología debe complementarse con juicio humano
Aunque las herramientas de inteligencia artificial generativa son poderosas, su potencial solo se aprovecha plenamente si se emplean con criterio. El uso adecuado de la inteligencia artificial generativa implica reconocer sus beneficios, pero también actuar con responsabilidad y sentido ético en su aplicación.
Fuente:
Más noticias:
Old Navy lanza “The Occasion”: vestidos elegantes para momentos especiales