El escenario político ecuatoriano continúa reconfigurándose tras las elecciones anticipadas del 9 de febrero de 2025. Uno de los movimientos que ha tomado protagonismo en los últimos días es Renovación Total (RETO), agrupación que hasta hace poco fue aliada electoral de la Revolución Ciudadana (RC), pero que ahora ha empezado a marcar distancia y buscar acercamientos con el gobierno de Daniel Noboa.
RETO, que logró un total de catorce curules —entre asambleístas nacionales, provinciales y del exterior— como parte de su alianza con RC. Ha sorprendido con una postura más conciliadora respecto al oficialismo, justo cuando se desarrollan intensas negociaciones políticas para definir a las nuevas autoridades de la Asamblea Nacional.
Reconocimiento público al presidente electo
El punto de inflexión se dio la noche del 16 de abril, cuando RETO reconoció de forma pública el triunfo de Noboa en los comicios. La declaración fue realizada por el asambleísta electo Raúl Chávez, quien además manifestó la voluntad de su bancada para colaborar con el Ejecutivo desde el ámbito legislativo. Bajo el compromiso de contribuir a la unidad nacional.
Este reconocimiento contrasta con la postura adoptada por la excandidata presidencial de RC, Luisa González, quien tras los comicios denunció un supuesto fraude electoral. RETO, al tomar distancia de esas afirmaciones, muestra señales de independencia política y pragmatismo frente al nuevo mapa del poder.
Negociaciones clave para la presidencia de la Asamblea
El acercamiento entre RETO y el oficialismo no ocurre en el vacío, sino en un momento estratégico: las conversaciones para la designación del nuevo presidente o presidenta de la Asamblea Nacional. Con sus catorce votos. RETO podría inclinar la balanza a favor de una agenda consensuada o respaldar una candidatura impulsada por el bloque oficialista de Acción Democrática Nacional (ADN).
Fuentes legislativas indican que Daniel Noboa y su equipo buscan consolidar una mayoría estable en el Parlamento para impulsar reformas clave. En especial en temas de seguridad, economía y gobernabilidad. En este contexto, el apoyo de RETO se vuelve políticamente valioso y podría traducirse en concesiones o espacios de participación dentro de las comisiones legislativas.
RETO redefine su identidad política
Con este nuevo posicionamiento, RETO comienza a perfilarse como un movimiento con autonomía política, dejando atrás su imagen de “aliado satélite” de la Revolución Ciudadana. Este reposicionamiento responde, en parte, al deseo de mantener presencia en el juego político nacional sin quedar atrapado en la confrontación entre el correísmo y el oficialismo.
Raúl Chávez y otros representantes de RETO han declarado que su prioridad será la gobernabilidad del país, más allá de alineamientos ideológicos. Esta postura pragmática podría permitirles mantener su base electoral y al mismo tiempo participar activamente en la toma de decisiones nacionales.
¿Una coalición legislativa en construcción?
El respaldo de RETO podría ser la punta de lanza de una coalición legislativa más amplia que respalde al gobierno de Daniel Noboa. Este tipo de alianzas serían clave para garantizar estabilidad en un Parlamento históricamente fragmentado y confrontacional.
Aunque aún no se ha hecho pública una propuesta formal de coalición, analistas consideran que RETO podría ser el primero de varios movimientos menores en sumarse a una mayoría legislativa alineada al Ejecutivo. Esto también podría frenar eventuales intentos de la RC de retomar el control de la Asamblea.
El movimiento RETO ha dado un paso firme hacia la colaboración con el gobierno de Daniel Noboa, marcando un giro estratégico en el escenario político ecuatoriano. En un Parlamento donde cada voto cuenta, su decisión de respaldar al oficialismo en la Asamblea Nacional podría redefinir alianzas, fortalecer la gobernabilidad y posicionarlos como un actor clave en los próximos años legislativos.
Fuente: El Universo
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