A sus 21 años, Aarón Guamán, inventor ecuatoriano, ha demostrado que la robótica ecuatoriana tiene potencial para competir a nivel internacional. Como estudiante de la Universidad UTE, enfrentó a 128 rivales en el torneo RSM Internacional 2025, celebrado en San Pablo, Brasil, donde su mini robot sumo logró posicionarse en el quinto puesto.
Un logro que impulsa la robótica ecuatoriana
El éxito de Aarón no solo lo consolida como una figura emergente en el campo de la robótica, sino que también resalta el talento y la dedicación de los jóvenes ecuatorianos. Su desempeño en el torneo es prueba de que la creatividad y la perseverancia pueden abrir puertas en escenarios globales.
Más que una competencia: el impacto de la robótica en la sociedad
En Ecuador, la robótica ha dejado de ser solo una afición. Universidades y centros de investigación desarrollan prototipos con aplicaciones en salud, seguridad y tecnología avanzada. Para Aarón, este torneo representa un paso más hacia soluciones concretas que pueden transformar distintos sectores.
Estrategia y precisión: claves del éxito en el torneo
En el dojo brasileño, cada enfrentamiento exigía rapidez y precisión. Aarón manejaba su mini sumo RC con destreza, confiando en su diseño de rampa frontal para desestabilizar a sus oponentes. «Nunca esperé llegar al quinto puesto entre 128 competidores», confesó tras su destacada participación.
Su ingenio lo llevó a desafiar equipos de países con gran trayectoria en robótica, como México, Argentina, Colombia y Brasil. La competencia fue intensa, pero su preparación y estrategia le permitieron alcanzar un lugar privilegiado en el ranking.
El camino hacia la excelencia en robótica
La robótica competitiva exige un alto nivel de conocimiento en mecánica, electrónica y programación. Aarón contó con el respaldo de la UTE y su club universitario de robótica, pero su mayor reto fue perfeccionar la programación de su robot para que reaccionara de manera instantánea en cada combate.
Su trayectoria comenzó a los 19 años, cuando descubrió su pasión por la creación de prototipos. En solo dos años, ha participado en cuatro competencias nacionales, logrando incluso el título de campeón en una de ellas.
Aprendizajes y desafíos para futuras competencias
El torneo en Brasil representó su primer desafío internacional. Durante cuatro meses, trabajó incansablemente en el perfeccionamiento de su robot, ajustando errores y mejorando estrategias. Sin embargo, la experiencia le dejó una valiosa lección: «Faltó estrategia», reflexionó sobre sus cuatro tácticas frente a las diez de sus rivales más experimentados.
Más allá de la técnica, el factor humano también influyó en su desempeño. La camaradería entre competidores y la presión del debut internacional fueron aspectos clave en su participación.

La velocidad y el diseño como ventaja competitiva
En la robótica de combate, cada movimiento cuenta. El objetivo es expulsar al oponente del área de combate, y un diseño inteligente puede marcar la diferencia. La clave del éxito de Aarón fue la velocidad de respuesta de su robot, que le permitió aprovechar cada ángulo para levantar y empujar a sus rivales con precisión.
Este logro no solo representa un triunfo personal, sino también un impulso para la robótica ecuatoriana, demostrando que el país tiene talento para competir en escenarios internacionales.
Fuente: Extra
Otras noticias:
Samsung Galaxy Z Fold 7: salud tecnológica para el futuro de los plegables