Un nuevo referéndum marca la estrategia política del presidente
Daniel Noboa ha anunciado la convocatoria de un nuevo referéndum para modificar la Constitución ecuatoriana. Esta iniciativa busca cambiar el artículo 5, con el fin de permitir la instalación de bases militares extranjeras en territorio nacional. Esta acción no solo obedece a un mandato constitucional, sino también a una estrategia que refuerza su liderazgo político centrado en la seguridad nacional.
Aunque su gobierno cuenta con mayoría legislativa y logró un sólido respaldo electoral en segunda vuelta, el presidente todavía enfrenta el desafío de consolidar un proyecto político propio. Su victoria en las urnas se explica más por el rechazo al correísmo que por una estructura partidaria robusta.
Seguridad nacional como eje central del discurso
En este contexto, el discurso presidencial se apoya en la necesidad de combatir el crimen organizado transnacional. Daniel Noboa sostiene que la salida de la Base de Manta debilitó la capacidad del país para enfrentar amenazas externas. Por ello, justifica que permitir nuevamente la presencia militar extranjera es una medida estructural, no meramente simbólica.
Procedimiento constitucional y cronograma electoral
La reforma al artículo 5 ya fue aprobada por la Asamblea Nacional el 3 de junio. El texto mantiene la declaración de Ecuador como territorio de paz, pero elimina la prohibición explícita sobre bases extranjeras. Ahora, la Corte Constitucional debe emitir un dictamen previo. Posteriormente, el Consejo Nacional Electoral tiene hasta 60 días para convocar al referéndum.
Esta será la segunda consulta directa del gobierno de Noboa. En abril, el Ejecutivo promovió otra consulta, donde solo las preguntas vinculadas a seguridad recibieron amplio respaldo. Esta nueva votación vuelve a poner a prueba su liderazgo, aunque con implicaciones geopolíticas aún más complejas.
El referéndum como herramienta política
El consultor Andrés Obando interpreta esta convocatoria como una estrategia plebiscitaria. Aunque el referéndum es obligatorio para este tipo de reformas, considera que su uso reiterado responde también a una táctica política. Según él, Daniel Noboa busca legitimarse, al estilo de Rafael Correa, apelando a las urnas como vía para validar sus decisiones.
Sin embargo, advierte que esta estrategia implica riesgos. Cita ejemplos fallidos como los de Guillermo Lasso en 2023 o Sixto Durán-Ballén en 1995, donde el rechazo popular debilitó políticamente a los mandatarios.
Perspectivas jurídicas y eficiencia administrativa
El abogado Edison Guarango recuerda que esta reforma se originó en el periodo anterior. Por tanto, Noboa está obligado legalmente a continuar el proceso. Además, menciona que podrían añadirse más preguntas en el referéndum, siempre que exista coherencia jurídica, para optimizar recursos. El costo estimado de una consulta alcanza los 180 millones de dólares.
Tensiones entre democracia directa y representación
Para Obando, recurrir constantemente a mecanismos como el referéndum podría minar la imagen de la Asamblea Nacional. La ciudadanía podría percibir al Legislativo como ineficaz, lo cual alimentaría discursos que favorecen una constituyente. Guarango respalda esta idea al recordar que, en democracia representativa, la legislación debe pasar por el Parlamento.
Finalmente, el éxito del referéndum dependerá de la percepción ciudadana. El analista Carlos Erazo sostiene que, si la medida se asocia con una solución real a la inseguridad, el respaldo será alto. Pero, si se percibe como una distracción frente a problemas urgentes, el rechazo podría ser contundente.
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