En medio de la segunda vuelta electoral, la confrontación entre el Gobierno de Ecuador y el Municipio de Guayaquil ha vuelto a ser noticia. Esta vez, la polémica se desató cuando el Ministerio del Interior acusó a funcionarios municipales de colocar propaganda ofensiva contra el Gobierno. El hecho ha generado una serie de declaraciones cruzadas entre el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, y el Gobierno, lo que pone en evidencia una creciente tensión en la política ecuatoriana.

La denuncia del Ministerio del Interior
El 23 de marzo de 2025, a pocas horas de la finalización del debate presidencial, el Ministerio del Interior informó que dos funcionarios del Municipio de Guayaquil fueron detenidos mientras colocaban pancartas con mensajes supuestamente ofensivos contra el Gobierno. El ministro del Interior, John Reimberg, compartió en sus redes sociales fotos de las pancartas que, según la denuncia, se iban a colocar durante la noche.
El ministro expresó su indignación ante lo que calificó como un uso indebido de recursos públicos y personal institucional para fines políticos: “Lo lamentable es ver cómo se usan recursos públicos y personal institucional para hacer campaña sucia”, declaró Reimberg. Este hecho encendió una nueva disputa entre el Gobierno y la administración local, justo en un periodo electoral clave para el país.
La respuesta de Aquiles Álvarez
Ante las acusaciones, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, reaccionó rápidamente, desmintiendo las acusaciones de propaganda ofensiva y desafiando al Ministro del Interior. A través de su cuenta de X, Álvarez exigió que el Ministro hiciera hablar a los funcionarios detenidos para saber quién los había enviado a colocar dicha propaganda. «Sr. Ministro, hágalos hablar. Que digan quién los ha enviado a supuestamente poner esa propaganda ofensiva», publicó el alcalde.
Además, Álvarez agregó: “Métalos presos y que hablen lo que tengan que hablar… Acá en el Municipio, han quedado separados de la institución”. Con estas palabras, Álvarez no solo desmintió las acusaciones, sino que también dejó claro que los funcionarios involucrados ya no forman parte de la institución municipal, buscando desmarcarse de cualquier responsabilidad directa.
Contexto electoral y la tensión política
Este episodio no es un caso aislado en el actual clima político de Ecuador. La segunda vuelta electoral está generando un ambiente de alta polarización y tensiones entre diferentes actores políticos. La situación también refleja las luchas internas y la rivalidad entre el Gobierno central y los gobiernos locales, que se intensifican a medida que se acercan las elecciones.
La campaña electoral está marcada por un uso intensivo de propaganda política, y este tipo de acusaciones sobre la manipulación de recursos públicos y la difusión de mensajes ofensivos pueden tener repercusiones en la percepción pública. En este contexto, el rol de los medios de comunicación y las redes sociales como espacios de información y confrontación política se vuelve crucial, especialmente cuando se trata de denuncias tan sensibles.
Implicaciones para la imagen del Gobierno y el Municipio de Guayaquil
La denuncia de propaganda ofensiva y el posterior desmentido por parte del alcalde Álvarez ponen en evidencia la creciente rivalidad entre el Gobierno central y el Municipio de Guayaquil, una de las ciudades más importantes del país. Si bien las acusaciones de propaganda sucia son comunes en campañas electorales, la magnitud de las implicaciones para la administración local y la nacional son significativas.
El impacto de esta pugna podría influir en la forma en que los votantes perciben a ambos actores políticos, especialmente en un periodo tan crucial para el futuro político de Ecuador. La acusación de usar recursos públicos para fines políticos podría afectar la imagen del Municipio, mientras que el rechazo por parte del alcalde y su desafío a las autoridades del Gobierno central podría ganar simpatías entre sus seguidores.
El enfrentamiento entre el Gobierno de Ecuador y el Municipio de Guayaquil, liderado por Aquiles Álvarez, sigue aumentando la tensión en el clima político electoral. Aunque la acusación de propaganda ofensiva ha sido desmentida por Álvarez, la disputa pone de relieve la lucha de poder entre los diferentes niveles de gobierno y el impacto que estos conflictos pueden tener en las elecciones venideras. En un contexto de polarización política, este tipo de confrontaciones podría influir significativamente en el electorado y en la manera en que los votantes perciben a los actores políticos involucrados.
Fuente: Primicias
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