El orégano, uno de los condimentos más utilizados en la gastronomía ecuatoriana, está bajo estricta vigilancia de Arcsa debido a la detección de excesos de arsénico en varios productos comercializados en el país. La agencia inició inspecciones en fábricas e importadoras para garantizar que los alimentos cumplan con las normas de seguridad y proteger la salud de los consumidores.
Inspecciones revelan altos niveles de arsénico
De un total de 32 muestras analizadas, solo 6 cumplieron con los límites permitidos de arsénico. Las 26 restantes superaron los valores establecidos, lo que llevó a Arcsa a inmovilizar y decomisar los lotes afectados, además de iniciar procesos sancionatorios contra los responsables.
Retiro voluntario y alertas preventivas
Hasta el 26 de agosto se reportaron cinco notificaciones de retiro voluntario de productos mediante el sistema Quipux. Estos hallazgos se suman a los detectados en junio, cuando cerca de una tonelada de orégano con niveles elevados de arsénico fue intervenida: 850 kilos inmovilizados y 170 destruidos.
La entidad mantiene una alerta preventiva, con toma de muestras, análisis de laboratorio y verificaciones en perchas a nivel nacional. Arcsa subraya que, aunque no regula la decisión de los establecimientos sobre el uso de insumos, los proveedores

Repercusiones en el mercado
La alerta ya afecta la distribución en algunos comercios. Pizzerías han reportado interrupciones en la entrega de orégano, mientras que en mercados populares, como los del norte de Guayaquil, el condimento continúa vendiéndose normalmente, con precios desde 25 centavos por funda.
Riesgos del arsénico para la salud
El arsénico inorgánico es altamente tóxico. Su consumo prolongado a través de alimentos o agua puede causar cáncer, enfermedades cardiovasculares, problemas de piel, neurotoxicidad e incluso diabetes, según lo indicado por Arcsa. Este caso se suma a recientes alertas por arsénico en arroz, agua embotellada y plantas de agua potable en Ecuador.
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