La producción petrolera en Ecuador ha disminuido drásticamente debido a la sequía que afecta al río Napo, en la provincia de Orellana. Esta situación ha generado una reducción significativa en la extracción de crudo y plantea serios retos para la industria petrolera del país.
Impacto de la sequía en el río Napo
El estiaje que ha afectado al río Napo desde agosto de 2024 ha tenido consecuencias negativas para el transporte de combustible y, en consecuencia, para la producción de petróleo. Petroecuador, la empresa estatal encargada de la producción y comercialización de petróleo, informó que el bajo nivel de agua en el río ha interrumpido la navegación fluvial, lo que afecta directamente el abastecimiento de combustible a través de gabarras. Estas embarcaciones son esenciales para llevar insumos a los pozos petroleros en áreas como el Activo Edén Yuturi y Apaika-Nenke.
Reducción en la producción diaria
La interrupción del suministro de combustible ha llevado al cierre de varios pozos, reduciendo la producción de petróleo en aproximadamente 4.300 barriles por día. Esta disminución representa un golpe significativo para la economía del país, que depende en gran medida de las exportaciones de crudo. La situación se agrava por la incertidumbre sobre cuándo el nivel del río Napo volverá a la normalidad, lo que podría extender la paralización de pozos y afectar aún más la producción.
Consecuencias económicas
La caída en la producción petrolera tiene repercusiones directas en las finanzas del Estado, ya que el petróleo es una de las principales fuentes de ingresos de Ecuador. Cada día de menor producción representa una pérdida considerable de ingresos por exportaciones, lo que podría agravar la situación económica del país, que ya enfrenta desafíos fiscales. Petroecuador ha señalado que, debido a las condiciones climáticas, es imposible prever cuándo mejorarán las condiciones en el río Napo.
Problemas adicionales en la refinería de Esmeraldas
Además de los problemas en la producción en Orellana, la mayor refinería del país, ubicada en Esmeraldas, se paralizó un día antes debido a problemas técnicos. Esta planta es clave para el procesamiento de crudo en Ecuador, y su paralización añade más presión a la industria petrolera en un momento crítico. Petroecuador aún no ha dado detalles sobre el tiempo necesario para reanudar las operaciones en la refinería.
Medidas de mitigación
A pesar de la gravedad de la situación, Petroecuador no ha anunciado medidas concretas para mitigar la disminución en la producción, más allá de esperar una mejora en las condiciones climáticas. Sin embargo, es probable que se busquen alternativas logísticas para reanudar el abastecimiento de combustible en la región afectada.
Perspectivas a futuro
La sequía en el río Napo y los problemas en la refinería de Esmeraldas evidencian la vulnerabilidad de la infraestructura petrolera de Ecuador ante eventos climáticos y técnicos. La falta de capacidad para responder rápidamente a estos problemas podría tener efectos prolongados en la producción petrolera y en la economía del país en su conjunto.
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