El senador y aspirante presidencial de Colombia Miguel Uribe Turbay falleció la madrugada del 11 de agosto, luego de permanecer dos meses internado en la clínica Fundación Santa Fe de Bogotá.
El político, de 39 años, sufrió graves heridas en la cabeza durante un atentado el pasado 7 de junio en la capital.
El mensaje de despedida de su esposa
La noticia fue confirmada por su esposa, María Claudia Tarazona, a través de redes sociales.
«Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti. Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos», escribió, junto a una fotografía de ambos.
En otro mensaje, agregó: «Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad».
Un proceso médico complicado
Desde el día del atentado, Uribe permaneció en estado crítico y fue sometido a múltiples cirugías.
El pasado sábado, la clínica informó que el senador sufrió una hemorragia en el sistema nervioso central que agravó su condición y obligó a nuevos procedimientos neuroquirúrgicos de urgencia.
Pese a que hubo una leve mejoría inicial, nunca logró superar la fase crítica.
Las circunstancias del atentado
Uribe recibió dos disparos en la cabeza y uno en la pierna izquierda cuando encabezaba un mitin político en un parque del barrio Modelia, en Bogotá.
La actividad hacía parte de su campaña para obtener la nominación presidencial del partido Centro Democrático en las elecciones de 2026.
La Policía colombiana sospecha que el ataque fue ordenado por disidencias de las FARC.
Reacciones políticas e internacionales
El expresidente Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático, fue uno de los primeros en pronunciarse: «El mal todo lo destruye, mataron la esperanza. Que la lucha de Miguel sea luz que ilumine el camino correcto de Colombia».
También se expresaron la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.
Un país con heridas abiertas
El asesinato de Uribe Turbay reaviva el recuerdo de la violencia política que marcó a Colombia en las décadas de 1980 y 1990.
En aquella época, varios aspirantes presidenciales fueron víctimas de atentados.

Una vida marcada por la violencia
La historia personal de Miguel Uribe estuvo atravesada por el conflicto armado.
En 1991, su madre, la periodista Diana Turbay, murió en un operativo militar mientras estaba secuestrada por orden de Pablo Escobar.
El narcotraficante había ordenado su rapto como parte de una campaña para impedir la extradición de capos colombianos a Estados Unidos.
Fuente: Primicias
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