El Gobierno de Ecuador ha puesto en marcha un proceso urgente para alquilar una segunda barcaza de generación eléctrica con el objetivo de mitigar la crisis energética que enfrenta el país. Esta medida se suma a la reciente entrada en operación de la primera barcaza, en un contexto de déficit de energía agravado por la sequía en el complejo hidroeléctrico Paute.
Proceso de Contratación para una Segunda Barcaza
El martes 17 de septiembre de 2024, el Gobierno Nacional inició formalmente el proceso para contratar una nueva barcaza eléctrica, con una potencia de hasta 250 megavatios (MW). Según el ministro de Energía, Antonio Goncalves, la barcaza utilizará combustible HFO6 de producción nacional y estará ubicada en el río Guayas, cerca de Guayaquil. Esta central flotante, que costará 316 millones de dólares, se espera que entre en operación el 21 de noviembre de 2024.
El proceso de contratación, declarado como de emergencia, ha generado interés en varias empresas del sector, que deberán presentar sus propuestas hasta el jueves 19 de septiembre. La barcaza formará parte de una estrategia más amplia para superar el déficit de 1.200 MW, causado por la falta de agua en la zona del Austro.
Primera Barcaza en Operación
La primera barcaza de generación eléctrica, Emre Bey, de origen turco, comenzó a operar el 17 de septiembre de 2024, 23 días después de lo previsto, debido a retrasos en el anclaje en las esclusas de Guayaquil. Esta barcaza, que le costó al país 117 millones de dólares, aporta 100 MW al sistema eléctrico nacional.
El Gobierno también ha anunciado la licitación de una tercera barcaza con una capacidad de 100 MW adicionales. En total, estas soluciones provisionales permitirán sumar 450 MW al sistema eléctrico del país, además del alquiler de 100 MW de generación terrestre, con la esperanza de estabilizar el suministro energético.
Estrategias Adicionales: Bombardeo de Nubes
Una de las medidas paralelas implementadas por el Gobierno para enfrentar la crisis es el bombardeo de nubes, una técnica que busca estimular la lluvia en la cuenca del río Paute. Este método ya ha sido utilizado en ocasiones anteriores y, según Goncalves, podría empezar a tener efectos en aproximadamente una semana.
El éxito de esta campaña de estimulación de nubes es crucial para mejorar los niveles de agua en los embalses de la hidroeléctrica Mazar y evitar cortes prolongados de energía en el futuro cercano.
Programación de Apagones
Aunque inicialmente se anunciaron apagones de hasta ocho horas durante la noche y la madrugada, el ministro de Energía confirmó que los cortes serán de cuatro horas y se aplicarán por sectores. Estos apagones están previstos para los días 23 y 26 de septiembre de 2024.
La programación de los apagones dependerá del nivel de agua en los embalses y del éxito del bombardeo de nubes. Si las lluvias se presentan de manera constante, existe la posibilidad de que se reevalúe la necesidad de realizar los cortes.
Impacto en el Sector Productivo
Pese a los esfuerzos del Gobierno por minimizar el impacto de los apagones, el sector productivo ya ha advertido sobre las pérdidas millonarias que podrían generarse. Según María Paz Jervis, presidenta de la Cámara de Industrias del Ecuador, cada noche de apagones representa una pérdida de 20 millones de dólares para la industria, sin contar los efectos en exportaciones y en la cadena de producción.
La Cámara de Comercio de Quito también señaló que un 25% de los empresarios estima que sus ventas podrían reducirse en más del 50% debido a los apagones y al toque de queda que afecta a varias provincias. La Confederación de Restaurantes del Ecuador (Corec) se sumó al llamado, instando al Gobierno a reconsiderar estas medidas, ya que afectan a sectores que apenas comenzaban a recuperarse.
El alquiler de una segunda barcaza eléctrica y la implementación de otras estrategias, como el bombardeo de nubes, forman parte del plan del Gobierno para hacer frente a la grave crisis energética que afecta al país. Sin embargo, los apagones y sus efectos en el sector productivo generan preocupación y críticas, en medio de un estiaje que ha sido catalogado como el peor en 61 años.
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