Regulaciones rígidas impiden creación de empleo formal pese a productividad estancada
Los costos laborales en Ecuador se han convertido en uno de los principales obstáculos para generar empleo formal. Según un informe del Banco Mundial, las leyes laborales actuales resultan tan rígidas que despedir a un trabajador cuesta más que contratarlo, lo cual desalienta a los empleadores, especialmente a las micro y pequeñas empresas. Las regulaciones y costos laborales en Ecuador superan los de muchos países latinoamericanos, debido a indemnizaciones, bonificaciones, aportes patronales y otras cargas obligatorias.
El informe advierte que estos costos laborales en Ecuador están desfasados frente al modelo productivo de servicios, emprendimientos digitales y trabajos flexibles. El Código del Trabajo permanece casi intacto desde mediados del siglo XX, con disposiciones diseñadas para grandes fábricas y empleo permanente, no para una economía diversificada con evolución tecnológica acelerada.
Despedir en Ecuador: indemnizaciones elevadas y pocos beneficios universales
Uno de los ejemplos más evidentes del impacto de los costos laborales en Ecuador es el despido de un trabajador con cinco años de antigüedad. En tales casos, el empleador suele desembolsar más de diez sueldos por indemnización, bonificaciones obligatorias, sanciones administrativas y fondos de reserva. Con un salario básico unificado de $460 en 2025, esto implicaría un pago que excede los $4.700, cifra prohibitiva para muchas empresas pequeñas.
Además, la desigualdad entre los costos no salariales y la productividad es marcada. Los gastos adicionales—aportes al IESS, décimos sueldos, utilidades, vacaciones—pueden incrementar hasta un 45 % el costo real de cada trabajador. Esto agrava los costos laborales en Ecuador, al agregar cargas fijas que no siempre se correlacionan con aumentos en eficiencia o producción.
Contratación onerosa: la otra cara de los costos laborales en Ecuador
No sólo los despidos son costos elevados, sino que la contratación también resulta gravosa. Por cada dólar de salario, una empresa enfrenta entre $1,30 y $1,45 de costo total cuando se incluyen aportes patronales, beneficios, trámites administrativos y otros compromisos. En este contexto, los costos laborales en Ecuador se vuelven barrera para formalizar trabajadores, especialmente jóvenes, mujeres y quienes provienen de sectores informales.
La mayoría de la población activa no tiene afiliación a la seguridad social. Menos de cuatro de cada diez ecuatorianos trabajan con cobertura formal. El resto sobrevive en la informalidad sin prestaciones ni estabilidad, como consecuencia directa de los elevados costos laborales en Ecuador que impiden la creación de empleos formalizados.
Propuestas del Banco Mundial para equilibrar protección y flexibilidad
Para cambiar esta realidad, el Banco Mundial plantea varias reformas centradas en reducir los costos laborales en Ecuador, sin destruir la protección que merecen los trabajadores. Entre ellas se sugieren modernizar la fijación del salario mínimo, vincularlo a productividad real, disminuir las indemnizaciones excesivas, crear seguro de desempleo, permitir modalidades flexibles de contrato, simplificar trámites legales, apoyar la capacitación técnica y pactar una reforma laboral integral.
Estas propuestas persiguen que los costos laborales en Ecuador dejen de ser una carga insostenible para el empleo formal y se conviertan en un componente viable de crecimiento económico sostenible.
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