El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, alertó sobre la alarmante contaminación del río Daule, fuente principal de agua potable para Guayaquil. Los informes oficiales del Ministerio de Ambiente y la Agencia de Regulación y Control del Agua revelan que el afluente contiene concentraciones peligrosas de aluminio, plomo, cobre, zinc, nitritos y bacterias fecales, superando hasta 25 veces los límites permitidos por la normativa ambiental.
Un problema que afecta a millones de guayaquileños
El río Daule suministra más de 1,6 millones de metros cúbicos de agua cada día a la ciudad, lo que equivale a 19.000 litros por segundo. Sin embargo, los estudios recientes muestran que los niveles de contaminación han aumentado de manera sostenida durante los últimos años, comprometiendo la calidad del agua que llega a los hogares.
En los puntos de captación cercanos a la Planta Potabilizadora La Toma, los niveles de sólidos suspendidos y aluminio superan entre 23 y 25 veces los límites permitidos. Asimismo, en las Lagunas de Oxidación Guayacanes–Samanes se hallaron restos de cromo, hierro, manganeso, plomo y bacterias E. coli hasta 80 veces por encima de lo aceptable.
Daniel Noboa responsabiliza a las autoridades locales y a Interagua
El presidente Noboa señaló directamente a las autoridades municipales y a la empresa Interagua, responsable del tratamiento y distribución del agua en Guayaquil. Según el mandatario, los incumplimientos en materia ambiental se han repetido durante nueve años consecutivos, lo que demuestra negligencia institucional.
“En pleno 2025, todavía hay quienes creen que está bien que Guayaquil consuma agua con detergente, metales y bacterias. No lo voy a permitir”, advirtió Noboa, subrayando que el Estado tomará acciones para garantizar la salud de los ciudadanos.
Acciones de Daniel Noboa ante la emergencia ambiental
El Ministerio de Ambiente confirmó que se han iniciado procesos administrativos para determinar responsabilidades en la contaminación del río Daule. También se realizará una intervención técnica para revisar la infraestructura de captación, los sistemas de tratamiento y los mecanismos de control ambiental.
El mandatario enfatizó que no permitirá que el río se convierta en un vertedero químico. “El agua no puede ser un veneno para la gente. Guayaquil merece agua limpia y segura”, afirmó Noboa.
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