La investigación que derivó en diecisiete detenidos por narcotráfico en Ecuador y España reveló un modus operandi sofisticado: la red camuflaba clorhidrato de cocaína dentro de cargamentos aéreos de pitahaya, maracuyá y naranjilla. El operativo —-bautizado “Gran Fénix 0023 Dragón-Pitahaya”— se ejecutó de manera simultánea luego de dos años de vigilancia coordinada por la Policía ecuatoriana y la Guardia Civil española.
Estructura de la organización criminal
Primero, en Guayaquil se contaminaban los palés de fruta con paquetes al vacío. Después, los productos salían desde la terminal aérea con documentación aparentemente legítima. Mientras tanto, en Madrid y Barcelona, dos ciudadanos albaneses recibían la carga y la distribuían por el resto de Europa. Así, los detenidos por narcotráfico en Ecuador y España incluían tres policías, funcionarios de Aduanas y supuestos exportadores, todos coludidos para evadir escáneres y controles antidroga.
Incautaciones clave y antecedentes de los detenidos
Durante los doce allanamientos en Guayaquil y Quito se incautaron catorce teléfonos, dos computadoras y abundante literatura contable. Asimismo, en España se hallaron 165 kilogramos de cocaína vinculados al mismo modus operandi. De hecho, dos de los capturados poseen antecedentes por tráfico de estupefacientes y tenencia ilícita de armas. Además, las autoridades los relacionan con Julio “Negro Tulio” Martínez, líder de los Chone Killers, recientemente sentenciado a 34 años por terrorismo.
Ecuador, corredor estratégico de cocaína
Ecuador decomisa cerca de 200 toneladas de droga anuales; en 2024 alcanzó un récord de casi 300 toneladas. Debido a su posición geográfica entre Colombia y Perú y, además, a su economía dolarizada, el territorio se transformó en una puerta de salida hacia Europa. En consecuencia, los detenidos por narcotráfico en Ecuador y España confirman la creciente presencia de mafias transnacionales que buscan aprovechar la logística exportadora del país.
Impacto y acciones futuras
Finalmente, la Policía Antidrogas anunció que profundizará controles en terminales aéreas y fortalecerá protocolos de inspección de carga perecedera. Mientras tanto, la cooperación con agencias europeas continuará, puesto que se investiga la posible participación de redes balcánicas adicionales.
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