El Gobierno de Ecuador se encuentra en un dilema fiscal de cara a 2025: ¿cómo mantener los niveles récord de recaudación logrados en 2024 sin los impuestos temporales que fueron clave para alcanzar esa cifra? Las autoridades ya trabajan en una nueva reforma tributaria para hacer frente a este desafío.
Récord de recaudación en 2024
En 2024, Ecuador cerrará con una recaudación bruta estimada en USD 20.000 millones, según las proyecciones del Ministerio de Finanzas. Esto representa un récord histórico, impulsado por varias medidas tributarias implementadas de forma temporal, como:
- La contribución especial sobre utilidades de bancos y cooperativas.
- Las autorretenciones adelantadas del Impuesto a la Renta por parte de grandes contribuyentes.
- Otros impuestos temporales diseñados para sectores específicos.
Hasta noviembre de 2024, el Servicio de Rentas Internas (SRI) ya había recaudado USD 18.537 millones, lo que hacía viable alcanzar la meta. Sin embargo, con el fin de estas medidas, el panorama para 2025 es incierto.
Impacto de los impuestos temporales en la recaudación
Los impuestos temporales adoptados en 2024 generaron USD 2.323,8 millones, según el análisis de expertos. Entre ellos, las autorretenciones del Impuesto a la Renta aportaron USD 1.584,8 millones de los grandes contribuyentes entre febrero y noviembre de 2024.
Estos recursos adicionales se lograron mediante un mecanismo que obligó a las empresas a adelantar mensualmente una porción del Impuesto a la Renta de 2025, calculado como un porcentaje de sus ventas. Aunque esto permitió un flujo inmediato de recursos al Estado, también significa que esos ingresos no estarán disponibles nuevamente en 2025, generando un vacío en el presupuesto.
Retos para el 2025
El Estado enfrenta múltiples presiones que podrían incrementar el gasto en 2025, como:
- La crisis eléctrica: con inversiones urgentes requeridas en infraestructura energética.
- La inseguridad: que demanda mayores recursos para fortalecer la seguridad pública.
- El crecimiento del presupuesto estatal: impulsado por compromisos en áreas sociales y económicas.
En este contexto, el Gobierno deberá buscar alternativas para mantener niveles similares de recaudación sin afectar al consumo ni agravar la recesión económica.
Críticas a los impuestos temporales
Los impuestos temporales han sido una solución recurrente en Ecuador desde 2019, pero su implementación ha generado críticas. Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, advierte que estas medidas crean incertidumbre normativa, lo que desincentiva la inversión privada.
Por ejemplo, entre 2019 y 2024, los gobiernos han aplicado contribuciones especiales a empresas con ingresos o patrimonios altos, calificándolas de “únicas y temporales”. Sin embargo, su repetición año tras año demuestra la necesidad de una solución estructural.
Hacia una nueva reforma tributaria
El Gobierno de Daniel Noboa ha anunciado que ya trabaja en una nueva reforma tributaria. El ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, indicó que la propuesta buscará crear un sistema más eficiente y moderno:
“Queremos eliminar impuestos distorsivos y adoptar un enfoque con impuestos de clase mundial.”
La viceministra Ana Cristina Avilés también confirmó que el diseño de esta reforma estructural podría tomar entre un año y año y medio. Aunque aún no se conocen los detalles, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sugerido que Ecuador implemente impuestos permanentes y de alta calidad que reemplacen los temporales.
Propuestas de expertos
Los especialistas coinciden en que el Estado necesita medidas más sostenibles para garantizar su estabilidad fiscal:
- Reducción del gasto público ineficiente: Pozo insiste en que un plan serio de reducción de gastos superfluos es esencial.
- Combate a la evasión fiscal: se propone mejorar los controles sobre el Impuesto a la Renta para personas naturales, donde existe mayor margen de recaudación.
- Fomento de la inversión privada: eliminar la incertidumbre normativa podría atraer más capital extranjero, generando mayores ingresos tributarios a largo plazo.
El desafío de equilibrar el presupuesto
El reto para el Gobierno de Noboa no será solo alcanzar las metas de recaudación, sino también hacerlo sin comprometer el crecimiento económico. Con una economía en recesión y una caída proyectada del PIB entre el 1% y 1,5% en 2024, el margen de maniobra es limitado.
En este contexto, la nueva reforma tributaria será una pieza clave para garantizar la sostenibilidad fiscal del país y, al mismo tiempo, estimular un entorno propicio para el desarrollo económico. El éxito dependerá de lograr un equilibrio entre la generación de ingresos, la reducción de gastos y la implementación de políticas económicas que fomenten el crecimiento a largo plazo.
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