En los últimos años, Ecuador ha logrado avances notables en la integración de la equidad de género en sectores clave de su economía, y uno de los ejemplos más positivos es el sector exportador. Según un estudio respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las mujeres están asumiendo un rol cada vez más destacado en cargos de liderazgo y toma de decisiones dentro de las empresas exportadoras del país.
Mujeres lideran en los cargos gerenciales
Uno de los resultados más optimistas de este estudio es que el 52,7% de los cargos gerenciales en las empresas exportadoras están ocupados por mujeres. Este dato es un indicio claro de cómo las mujeres han comenzado a superar las barreras que históricamente han existido para acceder a posiciones de liderazgo en sectores tradicionalmente dominados por hombres.
El informe titulado Equidad de Género en Empresas Exportadoras de Ecuador: superando barreras hacia el liderazgo femenino, presentado por la Federación Ecuatoriana de Exportadores y la Organización Internacional de Mujeres en Negocios (OWIT), subraya que este avance no solo se limita a la representación de mujeres en los cargos, sino que también refleja una fuerte capacidad para transformar y gestionar las empresas en el ámbito internacional y estratégico.
Las mujeres lideran el comercio exterior
Otro hallazgo importante del estudio es que el 76,3% de los departamentos de comercio exterior en las empresas exportadoras de Ecuador están a cargo de mujeres. Este dato muestra cómo el sector exportador ha empezado a reconocer la capacidad de las mujeres para gestionar áreas clave como la comercialización internacional, y cómo estas se han consolidado como agentes claves en la estrategia de exportaciones del país.
Desafíos persistentes en sectores específicos de la igualdad de género
A pesar de estos avances, aún persisten obstáculos significativos relacionados con estereotipos de género, especialmente en sectores como la agricultura y la manufactura, donde las mujeres siguen enfrentando dificultades para acceder a cargos de liderazgo o de toma de decisiones. Además, la cultura empresarial en estos sectores sigue siendo predominantemente masculina, lo que puede limitar las oportunidades para las mujeres.
Otro desafío importante es la disparidad salarial, aunque los datos del estudio muestran una mejora en comparación con años anteriores. En 2022, las mujeres que trabajaban en el sector exportador ganaban en promedio el 97,2% del salario de sus compañeros hombres, lo que representa un avance significativo, pero aún lejos de lograr una completa igualdad salarial.
Brechas salariales a nivel nacional
Aunque se han logrado avances dentro del sector exportador, la brecha salarial de género sigue siendo un desafío a nivel nacional. Según el informe de empleo de octubre de 2024 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los hombres en Ecuador siguen ganando más que las mujeres. El salario promedio mensual de los hombres es de 465,9 dólares, mientras que el de las mujeres es de 388,5 dólares.
Este desequilibrio no solo es el resultado de diferencias en las horas trabajadas, sino que refleja las desigualdades estructurales que siguen existiendo en el mercado laboral ecuatoriano. Factores como la carga desproporcionada de responsabilidades domésticas y de cuidado, que tradicionalmente recaen sobre las mujeres, limitan su participación plena en el mercado laboral y afectan sus ingresos.
El futuro de la equidad de género en el trabajo
El estudio también resalta que, a pesar de los avances, Ecuador y la región en general aún tienen un largo camino por recorrer para alcanzar una verdadera igualdad de género en el ámbito laboral. Aunque el sector exportador ha logrado avances en la inclusión de mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisiones, la brecha salarial y la segregación ocupacional continúan siendo desafíos fundamentales.
Para continuar avanzando en la igualdad de género en el trabajo, es crucial que tanto el sector público como el privado sigan impulsando políticas inclusivas y programas de capacitación que favorezcan la participación femenina. Además, es necesario que se aborden las causas estructurales de la brecha salarial, como la sobrecarga de trabajo doméstico y la falta de acceso a sectores de alta remuneración, donde las mujeres siguen siendo menos representadas.
La mejora en la equidad de género dentro del sector exportador de Ecuador es una señal positiva de que el país está avanzando en la inclusión laboral. Sin embargo, todavía hay mucho por hacer en términos de reducción de la brecha salarial y la superación de obstáculos culturales y estructurales. Es fundamental que el impulso de políticas públicas y empresariales siga siendo una prioridad para continuar rompiendo barreras y crear un entorno de trabajo más equitativo para todos.
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