El mundo conmemora el sexto Día Internacional de la Educación el 24 de enero de 2024 bajo el lema “Aprender para una Paz Duradera”. Sin embargo, la celebración se da en un contexto marcado por una oleada de conflictos violentos. Además de un aumento alarmante de la discriminación, el racismo, la xenofobia y la incitación al odio.
La transcendencia de la violencia más allá de fronteras
La violencia no conoce fronteras geográficas, de género, raza, religión o política, manifestándose tanto offline como online. En este contexto, el compromiso activo con la paz se vuelve más urgente que nunca, siendo la educación un pilar fundamental. Según la Recomendación de la UNESCO sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo Sostenible.
La urgencia de educar para la paz en América Latina y el Caribe
En América Latina y el Caribe, la experiencia de violencia en las escuelas es alarmantemente alta, especialmente entre niños, niñas y adolescentes. La infancia indígena, migrante y refugiada se encuentra entre los más vulnerables, con más del 50% de ellos fuera de los sistemas educativos debido a la pobreza, discriminación y xenofobia.
Datos preocupantes sobre la violencia escolar
La encuesta regional “Encuentro con el Corazón” del 2023 revela datos preocupantes: 8 de cada 10 estudiantes consideran sus escuelas inseguras, 4 de cada 10 creen que los docentes no comprenden sus problemas, 8 de cada 10 perciben la falta de prácticas de perdón y reconciliación, y 9 de cada 10 no comparten sus penas y tristezas con sus maestros.
Educar con ternura para la convivencia pacífica
Frente a la urgencia de abordar la violencia en las escuelas, expertos como Daniel Yépez, coordinador de educación de World Vision Perú, abogan por un enfoque de “educar con ternura”. Esto implica colocar al alumno en el centro de las acciones pedagógicas, reconociendo sus derechos, capacidades y responsabilidades para cultivar una convivencia inclusiva, pacífica, democrática e intercultural.
Día Internacional de la Educación: Impacto en la sociedad y el anhelo de convivencia pacífica
La implementación de este enfoque no solo beneficiará a los estudiantes, sino que también impactará positivamente en la sociedad. Desde la ONG, argumentan que el aprendizaje de una convivencia pacífica en las escuelas contribuirá a construir una sociedad donde la diversidad sea respetada, el diálogo sea posible, y se edifiquen países de bienestar y justicia.
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