Este lunes por la mañana, el Vaticano confirmó el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años de edad. El cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, fue el encargado de dar el anuncio oficial: “Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro santo padre Francisco. A las 7:35 a.m., el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”. El comunicado resaltó su entrega al servicio de la Iglesia y su compromiso con los más pobres y marginados.
Lo sorprendente del anuncio radica en que se dio apenas horas después de que el papa hiciera una aparición pública desde el balcón de la basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición de Pascua. A pesar de su fragilidad física, Francisco mostró determinación y serenidad frente a la multitud.
Qué ocurre tras la muerte del papa: el protocolo del interregno
Con su fallecimiento, se activa inmediatamente el proceso conocido como “interregno papal”, una fase que marca el fin de un pontificado y el inicio de la búsqueda de un nuevo líder para la Iglesia católica. El primer paso será la organización del funeral del papa, el cual deberá celebrarse entre el cuarto y el sexto día después de su muerte.
Durante nueve días, se llevarán a cabo los Novendiales, jornadas de luto con misas diarias en honor al pontífice. El cuerpo de Francisco será exhibido en la basílica de San Pedro, permitiendo que miles de fieles puedan despedirse. Posteriormente, los cardenales menores de 80 años se reunirán en el cónclave para elegir a su sucesor. El proceso de elección puede tomar entre dos a tres semanas, aunque su duración dependerá de la rapidez con que se logre el consenso.
Un papa que desafió las estructuras tradicionales
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en 1936, fue el primer papa latinoamericano y el primero en elegir el nombre de Francisco. También fue el primer jesuita en ocupar el trono de Pedro. Su elección en 2013 marcó el inicio de una era reformista en el Vaticano, caracterizada por una cercanía sin precedentes con los sectores más vulnerables de la sociedad.
Desde el inicio de su pontificado, Francisco impulsó una agenda progresista, enfocada en la compasión, la justicia social y el diálogo interreligioso. Habló sin tapujos sobre la crisis climática, la migración forzada, las guerras, y puso especial énfasis en la lucha contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia, promulgando leyes para responsabilizar a los obispos encubridores.
Las reformas que marcaron su legado
Entre las acciones más significativas de su pontificado, destacan los intentos por limpiar las finanzas del Vaticano, ampliar el papel de la mujer dentro de la Iglesia y permitir a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo. Su enfoque pastoral también se evidenció en su apertura hacia los católicos divorciados y homosexuales, a quienes instó a no ser excluidos de la comunidad de fe.
Francisco también fue un fuerte promotor del ecumenismo y del diálogo con el islam, realizando visitas históricas a países de mayoría musulmana y firmando documentos conjuntos para la fraternidad humana. Intentó posicionarse como un pacificador global, en especial ante los conflictos en Ucrania y Medio Oriente.
Una figura amada y criticada por igual
Sin embargo, su pontificado no estuvo exento de desafíos. Las alas más conservadoras del Vaticano se opusieron tenazmente a sus reformas. Aunque muchos lo consideraron un revolucionario, otros hubieran querido que avanzara aún más en temas como la ordenación de hombres casados o el papel de la mujer en el sacerdocio.
Pese a los esfuerzos del papa, los escándalos por abusos sexuales continuaron empañando la imagen de la Iglesia. Francisco asumió con humildad estas tragedias, pidiendo perdón en múltiples ocasiones, aunque muchos opinan que no logró erradicar el problema del todo.
Una despedida en el corazón del cristianismo
Durante sus últimos días, el papa Francisco se mantuvo activo, participando —aunque brevemente— en las celebraciones de la Semana Santa. Visitó una prisión, asistió a la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro y ofreció su bendición urbi et orbi el Domingo de Resurrección, gesto que simboliza la indulgencia y el perdón para los fieles del mundo entero.
Su última aparición, montado en el papamóvil saludando a la multitud y recibiendo al vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, fue un acto de cierre simbólico a un pontificado marcado por la entrega y la fe.
“Es extraordinario que, tras el momento más álgido del año litúrgico de la Iglesia, el papa fallezca. Es, en cierto modo, muy apropiado, porque el mensaje de Pascua trata sobre la muerte y la nueva vida”, comentó Christopher Lamb, corresponsal del Vaticano para CNN.
Legado de humildad y valentía
Francisco será recordado como un papa que desafió el status quo, que habló con ternura pero también con firmeza, que abrazó a los excluidos y que intentó devolver al cristianismo sus raíces más sencillas y humanas. Su pontificado deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia.
Con la mirada del mundo católico centrada ahora en el Vaticano, la Iglesia entra en un nuevo capítulo, con la difícil tarea de elegir a un sucesor que esté a la altura de uno de los pontífices más influyentes y queridos de la era moderna.
Fuente: CNN
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