El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un nuevo desembolso inmediato de $600 millones para Ecuador, en un momento económico complejo para el Gobierno del presidente Daniel Noboa, que enfrenta una fuerte falta de liquidez, aumento de la deuda interna y un déficit fiscal mensual superior a $874 millones.

Según el FMI, los fondos se destinarán principalmente a mantener la estabilidad financiera del país, proteger a los sectores vulnerables y cubrir necesidades fiscales urgentes como el pago de sueldos y del décimo tercer salario en noviembre.
Un apoyo crucial en medio de tensiones fiscales
El riesgo país de Ecuador se mantiene en 733 puntos, un nivel alto que refleja la desconfianza de los mercados internacionales. En este contexto, el FMI destacó que el programa económico ecuatoriano sigue mostrando resultados sólidos, cumpliendo con los criterios cuantitativos y estructurales establecidos hasta agosto de 2025.
Entre mayo de 2024 y octubre de 2025, el país ha recibido $2.700 millones del FMI, dentro del acuerdo total de $5.000 millones que se ejecutará hasta 2028. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, resaltó los avances del Gobierno ecuatoriano en reformas fiscales, transparencia y gobernanza.
El dinero servirá para tapar huecos fiscales
De acuerdo con el economista Fausto Ortiz, los $600 millones servirán principalmente para pagar deudas y cubrir gastos básicos del Estado. Durante octubre, el Gobierno ha financiado sus obligaciones recurriendo al mercado interno de bonos y al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
En ese sentido, $315 millones provinieron de bonos comprados por bancos privados, mientras que el IESS adquirió $500 millones en bonos estatales. Ortiz señaló que “para 2026 sería deseable dejar de depender del dinero local” y buscar alternativas de financiamiento externo más sostenibles.
El IESS, clave en el financiamiento estatal
Ortiz también indicó que los fondos aportados por el IESS podrían tener un destino claro: el pago del décimo tercer sueldo del sector público. Durante noviembre, el Gobierno necesitará $1.170 millones para cubrir salarios y bonificaciones.
El nuevo préstamo del FMI llega justo a tiempo para evitar retrasos en pagos y aliviar la presión sobre la economía local, aunque no resuelve de fondo el problema estructural del déficit fiscal, que entre octubre y diciembre de 2025 promedia más de $874 millones mensuales.
Déficit fiscal sigue siendo una preocupación
Según el Ministerio de Economía, el déficit fiscal cerrará 2025 en $4.000 millones, aunque otras estimaciones, como la del Observatorio de la Política Fiscal, lo ubican cerca de $5.600 millones.
Entre octubre y diciembre se prevé la llegada de $3.476 millones adicionales de organismos internacionales —entre ellos el FMI y otros bancos multilaterales— para reducir atrasos y estabilizar las cuentas públicas.
A los $600 millones recién aprobados se sumarían otros $600 millones más del FMI en diciembre de 2025, lo que permitirá al Gobierno sostener los compromisos inmediatos y ganar tiempo para ejecutar ajustes fiscales en el presupuesto de 2026.
Fuente: La Hora
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