Una residencia de lujo, ubicada en un barrio popular de Manta y valorada oficialmente en más de USD 86.000, se ha convertido en una pieza clave dentro de la investigación denominada Blanqueo Fito. La propiedad no está a nombre del narcotraficante José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, sino de su esposa, Inda Mariela Peñarrieta Tuárez. Sin embargo, su diseño lujoso, que incluye una piscina con los nombres de los hijos de Fito en el fondo, ha despertado las alarmas de la Fiscalía, que sospecha que esta propiedad es apenas la punta del iceberg de una vasta red de lavado de dinero.
Más de 40 propiedades sin respaldo tributario
La Fiscalía ha identificado al menos 46 inmuebles vinculados con familiares y allegados de alias Fito, distribuidos entre las provincias de Manabí, Guayas y Santa Elena. Muchas de estas propiedades carecen de justificación económica o respaldo tributario, lo que ha llevado a su incautación o restricción legal por orden judicial. Las investigaciones señalan que estos bienes estarían siendo utilizados para ocultar activos obtenidos del narcotráfico y otras actividades ilícitas, bajo un entramado de testaferros.
Vehículos de lujo y cuentas sospechosas
El caso Blanqueo Fito no se limita a propiedades. En los allanamientos realizados en meses recientes, también se han encontrado vehículos de alta gama, grandes cantidades de dinero en efectivo sin justificación y cuentas bancarias sospechosas, posiblemente utilizadas para mover capitales ilegales. La Unidad Judicial de Garantías Penales Especializada en Corrupción y Crimen Organizado dictó medidas de prohibición de enajenar sobre estos bienes, mientras avanza la investigación.
Lista de allegados con bienes congelados
Entre las personas con bienes congelados se encuentran familiares y presuntos testaferros de Fito, entre ellos:
- Verónica Narcisa Briones Zambrano
- Ángel Heremulindo Briones Barreto
- Odalyn Macías Villamar
- Yandry Nicoemedes Macías Villamar
- Jorge Alberto Peñarrieta Tuárez
- José Gregorio Briones Zambrano
De acuerdo con la Fiscalía, estas personas habrían sido utilizadas para registrar bienes a su nombre, evitando que las propiedades sean asociadas directamente con el líder de Los Choneros.
Verónica Briones, figura clave en la trama financiera
Una de las principales señaladas en el caso es Verónica Narcisa Briones Zambrano, actual pareja de alias Fito y madre de una de sus hijas. Ella ya fue sentenciada por delincuencia organizada y ahora enfrenta un nuevo proceso por lavado de activos. Las autoridades investigan cómo logró movilizar más de 2,4 millones de dólares a través de cuentas bancarias y transferencias dudosas.
Desde el 9 de junio de 2025, su defensa ha solicitado que sea trasladada nuevamente a la cárcel Regional de Guayaquil, alegando que su reubicación en el centro penitenciario de Ambato fue arbitraria y puso en riesgo su seguridad.
¿Dónde está Inda Peñarrieta, esposa legal de Fito?
Aunque la relación más mediática de Fito es con Verónica Briones, su cónyuge legal es Inda Mariela Peñarrieta Tuárez, también investigada, pero actualmente en libertad y con paradero desconocido. Se presume que habría jugado un papel clave como prestanombres para ocultar los bienes adquiridos con dinero del narcotráfico.
Empresas fachada y un sistema sofisticado de ocultamiento
La tesis de la Fiscalía indica que Fito construyó un sistema complejo de empresas fachada y prestanombres, lo que le permitió vivir con lujos sin dejar rastros legales a su nombre. Este esquema permitió que, pese a su encarcelamiento previo, el líder de Los Choneros siguiera ejerciendo control económico y criminal desde la cárcel.
Fito, prófugo y buscado por Estados Unidos
Alias Fito se fugó en enero de 2024 de la cárcel Regional de Guayaquil y desde entonces sigue prófugo. El gobierno de Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de hasta un millón de dólares por información que permita su captura. Washington lo vincula directamente con el tráfico internacional de drogas y lo considera un objetivo prioritario.
Impacto del caso en la seguridad nacional
El caso Blanqueo Fito no solo revela el alcance económico de las estructuras narco-criminales en Ecuador, sino también la fragilidad institucional en cuanto a control patrimonial y funcionamiento de redes ilícitas desde el interior del sistema penitenciario. La magnitud del caso ha puesto en evidencia la necesidad de reformas estructurales para evitar que figuras como Fito sigan operando desde la clandestinidad o incluso desde prisión.
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Expreso
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