El Metro de Quito, considerado una de las obras más emblemáticas de la capital ecuatoriana, se encuentra en el ojo del huracán debido a problemas estructurales y la ausencia de un contrato de mantenimiento. La denuncia del concejal Andrés Campaña, respaldada por un informe técnico del Consorcio Línea 1, ha puesto en evidencia dos fisuras en los carriles, lo que ha provocado reducción de velocidad en los trenes y preocupación en los usuarios.
Reducción de velocidad genera malestar en los pasajeros
En las últimas semanas, pasajeros del Metro han reportado que los trenes disminuyen la velocidad entre las estaciones de La Magdalena y El Recreo, en sentido sur-norte. Este hecho ha generado molestias entre los usuarios, quienes afirman que se incrementan los tiempos de espera y afecta la experiencia de viaje.
Por su parte, la operadora Metro Medellín – Transdev (EOMMT) aseguró que las variaciones en la velocidad son normales en algunos tramos y no representan riesgos para la seguridad de los pasajeros ni para la infraestructura. Sin embargo, estas declaraciones no han calmado las críticas.
Denuncia de fisuras en los carriles
El concejal Andrés Campaña compartió la noche del 5 de febrero un video donde denuncia la presencia de dos fisuras en los carriles del Metro. Según el oficio técnico del Consorcio Línea 1, las fisuras fueron detectadas el 23 de octubre de 2024 durante una inspección técnica.
Posteriormente, un ensayo de ultrasonido realizado el 11 de noviembre confirmó que las fisuras tenían 60 milímetros de longitud, con profundidades de 15 y 10 milímetros, respectivamente. Un nuevo ensayo el 24 de diciembre reveló un agravamiento en las profundidades, alcanzando 24 y 13 milímetros.
Campaña calificó la situación como grave e inaceptable, enfatizando que no cumple con los estándares de seguridad que los quiteños merecen.
Recomendaciones técnicas ignoradas
Ante la gravedad del problema, el Consorcio Línea 1 recomendó al gerente del Metro, Juan Carlos Parra, tomar tres medidas urgentes:
- Realizar un nuevo ensayo de ultrasonido en un plazo de dos semanas.
- Ejecutar la acción correctiva antes del 31 de enero de 2025.
- Restringir de inmediato la velocidad de los trenes hasta resolver el problema.
Según Campaña, hasta la fecha solo se ha implementado la reducción de velocidad, mientras que la reparación de las fisuras sigue pendiente.
Falta de contrato de mantenimiento: el mayor riesgo
Uno de los aspectos más preocupantes, según el edil, es la ausencia de un contrato de mantenimiento preventivo y correctivo para la infraestructura, superestructura, electromecánica y telecomunicaciones del Metro de Quito.
El contrato con el Consorcio Línea 1 Acciona feneció el 31 de diciembre de 2024, dejando a la obra sin un soporte técnico adecuado para garantizar su operatividad. Esto pone en riesgo no solo el funcionamiento del Metro, sino también la seguridad de los usuarios.
El futuro incierto del Metro de Quito
La situación del Metro plantea interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo. Si bien las autoridades han minimizado el impacto de las fisuras, los informes técnicos y las denuncias públicas sugieren que los problemas son más serios de lo que aparentan.
La falta de mantenimiento preventivo no solo podría aumentar los costos de reparación en el futuro, sino también poner en peligro la confianza de los quiteños en un sistema que fue concebido como una solución de transporte moderno y eficiente.
La ciudadanía espera respuestas concretas y acciones inmediatas para garantizar que la obra más importante de Quito no termine convirtiéndose en un problema estructural y financiero.
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