Ningún ecosistema ecuatoriano está libre de contaminación plástica, según el primer estudio nacional sobre el impacto de este tipo de residuos en la biodiversidad del país. La investigación fue presentada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF Ecuador) y la Plataforma Nacional de Acción por los Plásticos.
El estudio, desarrollado junto a la Universidad San Francisco de Quito, advierte que la contaminación plástica constituye una crisis ambiental silenciosa. Ecuador, pese a ser uno de los países más biodiversos del planeta, enfrenta un deterioro progresivo de sus ecosistemas.
Impacto en la biodiversidad ecuatoriana
La investigación registra afectaciones en más de 96 especies. Los impactos se concentran principalmente en aves, que representan el 29,4 % de los casos documentados. Les siguen los mamíferos y los peces, con el 17,6 % cada uno, y los reptiles, con el 11,8 %.
De acuerdo con WWF Ecuador, ningún ecosistema ecuatoriano está libre de contaminación plástica, lo que implica una amenaza directa para especies vulnerables. Los residuos degradan hábitats esenciales y debilitan servicios ecosistémicos clave, como la pesca, la purificación del agua y la fertilidad del suelo.
Regiones y ecosistemas más afectados
Los puntos críticos de contaminación se concentran en las provincias de Guayas, Manabí, Esmeraldas y El Oro. Asimismo, varias ciudades con infraestructura limitada de gestión de residuos presentan altos niveles de afectación.
Los ecosistemas costeros y marinos figuran entre los más impactados. En estas zonas, la pesca y el turismo generan grandes volúmenes de desechos plásticos. Mientras tanto, los sistemas urbanos funcionan como corredores que transportan microplásticos hacia ríos y manglares.
En la Sierra y la Amazonía, los microplásticos alteran comunidades microbianas. Además, afectan la calidad del agua y se incorporan a suelos agrícolas y canales de riego. En manglares, estuarios y ríos amazónicos, los residuos se acumulan en áreas de pesca y tránsito.
Galápagos y la presión del plástico
En el archipiélago de Galápagos, ubicado a mil kilómetros del continente, el ingreso constante de plásticos agrava la presión ambiental. El aumento del turismo eleva los costos de manejo y exige mayor capacidad de respuesta institucional.
Un estudio de 2022 reveló que más de 16.000 toneladas de residuos plásticos llegan cada año a ríos y océanos del país. Según WWF Ecuador, el nuevo informe confirma esta problemática estructural.
Brechas normativas y propuestas
Aunque Ecuador cuenta con un marco normativo avanzado, el estudio identifica brechas entre la regulación y su implementación. Por ello, plantea cinco líneas de acción, entre ellas reducir el plástico en la fuente y fortalecer la aplicación de las normas.
También propone intervenir zonas críticas, crear un sistema nacional de monitoreo y promover alianzas público-privadas y comunitarias. “La contaminación plástica afecta la biodiversidad, la seguridad alimentaria y los medios de vida”, subrayó María Rivadeneira, gerente de WWF Ecuador.
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