El paro nacional en Ecuador, encabezado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), ha alcanzado más de dos semanas sin señales de diálogo entre el Gobierno y los dirigentes indígenas. Los enfrentamientos en varias provincias, especialmente en Cañar, evidencian un conflicto que podría prolongarse hasta el 16 de noviembre, fecha en que se celebrarán las votaciones del referéndum y consulta popular.
Enfrentamientos y tensiones crecientes
El 7 de octubre de 2025, a los 16 días de iniciado el paro, la violencia se trasladó a la provincia de Cañar, donde manifestantes se enfrentaron con la fuerza pública durante la visita del presidente Daniel Noboa a la comunidad de Sigsihuayco. A pesar del ataque a su caravana, Noboa continuó con su agenda oficial.
Cinco personas fueron detenidas y, según la ministra de Ambiente, Inés Manzano, serán procesadas por terrorismo e intento de asesinato. El Gobierno insiste en que no permitirá impunidad, mientras que los dirigentes indígenas denuncian represión y falta de diálogo.
Un paro sin articulación clara
El analista político Fernando Gavilanes considera que el paro actual no tiene una articulación nacional sólida, aunque reconoce que podría mantenerse activo hasta las elecciones. Señala que el movimiento indígena ha perdido cohesión, pero que eventos inesperados, como la muerte de Efraín Fuerez, han revitalizado la movilización.
Según Gavilanes, las estrategias del Gobierno no han logrado abrir un espacio de conversación real, mientras que declaraciones como la de Marlon Vargas, sobre una “toma de Quito”, han contribuido a agravar el conflicto. Ambas partes, asegura, deben cambiar el tono y permitir la mediación de un tercer actor.

No hay condiciones para un levantamiento indígena
Gavilanes explica que un levantamiento indígena requiere un proceso interno de decisión y una convocatoria nacional que, por ahora, no existe. La Conaie atraviesa una etapa de transición y reorganización interna, lo que impide un levantamiento masivo. Sin embargo, advierte que el uso de un lenguaje violento y las provocaciones mutuas podrían escalar la crisis.
Movilizaciones por decisión comunitaria
El abogado Carlos Poveda, exasesor de Leonidas Iza, sostiene que el paro podría extenderse según las decisiones autónomas de las comunidades. Asegura que muchas se movilizan por su cuenta, sin coordinación directa con la dirigencia nacional. El desenlace dependerá, dice, de la disposición del Gobierno para dialogar y reducir las tensiones.
Poveda considera que hablar de una “toma de Quito” es más un gesto simbólico que un llamado a la violencia, y recalca que la resistencia indígena se mantiene firme. “La democracia se construye conversando, incluso con las minorías”, enfatiza.
Un conflicto que marca la historia reciente
El paro de 2019 duró 11 días; el de 2022, 18. El de 2025 ya supera los 17 y continúa sin una salida visible. Mientras las comunidades mantienen los bloqueos y el Gobierno endurece su respuesta, el país se acerca a un punto de tensión que solo podrá resolverse con diálogo real y voluntad política.
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