El exvicepresidente Alberto Dahik advierte que la política social del gasto en Ecuador debe centrarse en eficiencia y equidad, lejos de posiciones ideológicas. En su análisis, el país necesita un enfoque responsable del gasto público para atender las demandas sociales sin comprometer la estabilidad fiscal.
Dahik enfatiza que las tensiones entre extremos políticos han impedido un debate racional sobre el uso de los recursos del Estado. “El gasto social no puede ser un instrumento de manipulación electoral, sino una herramienta de desarrollo sostenible”, afirmó.
La política social del gasto en Ecuador requiere diálogo y equilibrio
El economista sostiene que la política social del gasto en Ecuador debe enfocarse en los sectores más vulnerables, pero sin perder de vista la disciplina fiscal. Señala que es fundamental evitar medidas populistas que desfinancien al país o generen ciclos de endeudamiento.
Agrega que, sin diálogo entre Gobierno, empresarios e indígenas, no habrá soluciones estructurales. Las decisiones deben partir de una visión técnica, no ideológica.
Según Dahik, los recursos públicos deben destinarse prioritariamente a salud, educación y empleo productivo. “Un país que gasta sin medir resultados termina ahogado en déficit”, insistió, al recordar que la economía ecuatoriana aún enfrenta desequilibrios acumulados.
Un modelo de gasto social con impacto real
Para Dahik, la política social del gasto en Ecuador debe construirse sobre criterios de sostenibilidad. “La inversión pública no puede seguir dependiendo del precio del petróleo o del endeudamiento externo”, apuntó.
Propuso que el Estado establezca metas medibles y transparentes para cada programa social, de modo que la ciudadanía conozca el impacto de cada dólar invertido.
El exmandatario considera que la recuperación económica solo será posible si el país supera la confrontación política. “Hay que reducir los extremos y poner la razón sobre la ideología”, concluyó.
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