Después de medio milenio de espera, las comunidades de Tungurahua, Cotopaxi y Bolívar finalmente ven materializarse un proyecto histórico camino del Inca: la construcción de una nueva carretera que conectará la Sierra Central con la Costa y la Amazonía ecuatoriana. Este ambicioso proyecto, valorado en USD 2 millones, no solo promete mejorar la infraestructura vial, sino también fortalecer los lazos sociales a través de tradicionales mingas comunitarias.
Un proyecto de significado histórico y social
La carretera, con una longitud de 65 kilómetros y 10 metros de ancho, conectará la parroquia Pasa en Ambato con El Corazón en Cotopaxi. Esto se extendio posteriormente hacia Quevedo en Los Ríos. Este tramo histórico forma parte del antiguo Camino del Inca, utilizado por Atahualpa, último soberano del imperio Inca, hace más de 500 años. La prefecta de Cotopaxi, Lourdes Tibán, enfatizó que este proyecto no solo mejorará la conectividad regional, sino que también restituirá la dignidad a las comunidades.
Esperanza renovada para las comunidades
Rosa Jerez, habitante de Punllapata en Cotopaxi, compartió su experiencia sobre las dificultades actuales para acceder a servicios básicos debido a la falta de infraestructura adecuada. Ahora, con la construcción de la carretera, se espera que el tiempo de viaje hacia la Costa se reduzca significativamente. A la vez que facilitara el comercio y el acceso a servicios esenciales como educación y salud.
Una larga gestión, finalmente realizada
El proceso para la construcción de esta carretera comenzó hace más de 14 años, con conversaciones iniciales entre las provincias de Tungurahua y Cotopaxi. A pesar de varios obstáculos y cambios de administración, finalmente se ha dado inicio a la obra. Se ejecuto en varias etapas desde la apertura y asfaltado inicial hasta la construcción final. Eduardo Bayas, director de Vías y Construcciones del Gobierno Provincial, destacó la importancia de este proyecto para reducir los costos logísticos y mejorar la eficiencia del transporte.
Compromiso comunitario y ambiental
Ante el incremento de la delincuencia en las carreteras, especialmente en la Costa. Las comunidades involucradas han organizado grupos de seguridad comunitaria para proteger tanto la vía en construcción como a los maquinistas y trabajadores. Además, se han implementado medidas para mitigar el impacto ambiental, asegurando la protección de las áreas naturales circundantes, como la Reserva Llangahua.
Perspectivas de futuro
Con la finalización de esta carretera, se espera un impulso significativo para el turismo, facilitando el acceso a las atracciones naturales y culturales de la Sierra Central y la Costa. Socialmente, se anticipa una mejora en la calidad de vida de los habitantes locales. Los mismos que podrán acceder más fácilmente a servicios básicos y oportunidades de desarrollo.
Este proyecto no solo representa un hito en términos de infraestructura vial, sino también un ejemplo de cómo las comunidades pueden unirse para lograr objetivos históricos y mejorar su entorno social y económico.
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