El salario básico en Ecuador tendrá un nuevo ajuste a partir de 2026, luego del consenso alcanzado entre empleadores, trabajadores y el Gobierno en el Consejo Nacional de Trabajo y Salarios. El Salario Básico Unificado pasará de 470 a 482 dólares, lo que representa un incremento de 12 dólares mensuales para los trabajadores formales del país.
La decisión fue adoptada el 15 de diciembre de 2025 y marca un hito al lograrse mediante acuerdo tripartito, sin imposiciones. El aumento equivale a un alza del 2,55 %, considerada moderada en términos porcentuales, pero con implicaciones directas tanto para los ingresos laborales como para los costos que asumen las empresas.
Un ajuste que va más allá del sueldo mensual
El incremento del salario básico no solo afecta al monto que recibe el trabajador cada mes. En Ecuador, el costo real de contratar formalmente a una persona supera ampliamente el salario nominal, debido a las obligaciones legales que debe cubrir el empleador.
Entre los rubros que elevan el costo laboral total se incluyen los aportes patronales al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el pago de décimo tercero y décimo cuarto sueldo, el fondo de reserva, las vacaciones, así como provisiones por desahucio y jubilación patronal. En conjunto, estos valores hacen que el costo de un trabajador se ubique entre un 40 % y un 45 % por encima del salario básico.
Con el salario vigente de 470 dólares, el gasto mensual real por trabajador ronda los 664 dólares. Con el nuevo salario de 482 dólares, ese costo se elevará a aproximadamente 681 dólares mensuales, es decir, unos 17 dólares adicionales cada mes o cerca de 204 dólares más al año por empleado.

El desafío para las micro y pequeñas empresas
Este incremento ayuda a explicar por qué muchas micro y pequeñas empresas enfrentan dificultades para sostener empleo formal. De acuerdo con cifras citadas por especialistas en derecho laboral, la informalidad en Ecuador alcanza cerca del 58 % de la población ocupada.
Para muchos emprendedores, el peso de los costos laborales acumulados resulta determinante al momento de decidir cómo contratar. El salario base se convierte solo en una parte del gasto total, mientras que las obligaciones adicionales, aunque no siempre visibles, impactan de forma significativa en la liquidez del negocio.
En empresas pequeñas con varios niveles salariales, el costo mensual de mantener personal formal puede superar ampliamente los ingresos disponibles. En estos casos, la contratación por servicios facturados suele representar un ahorro cercano al 40 %, una diferencia que para muchos negocios marca la línea entre operar o cerrar.
Informalidad, costos y sostenibilidad empresarial
El aumento del salario básico busca fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores y dinamizar la economía. Sin embargo, también reabre el debate sobre la sostenibilidad del empleo formal en un contexto donde los costos laborales siguen siendo elevados para el sector productivo más pequeño.
El reto para 2026 será encontrar un equilibrio entre mejorar las condiciones salariales y generar incentivos que permitan a las empresas seguir creando empleo formal sin comprometer su viabilidad financiera.
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