El periodista ecuatoriano Andersson Boscán, conocido por sus investigaciones y denuncias de corrupción, ha abandonado Ecuador junto con su esposa Mónica Velásquez. La pareja solicitó asilo en Canadá debido a múltiples amenazas que han puesto en riesgo su seguridad y la de su familia. Este caso ha generado gran preocupación sobre la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas en el país.
Razones de la salida
El 10 de septiembre de 2024, Andersson Boscán difundió un video en las redes sociales del medio digital La Posta, explicando las razones detrás de su partida. Según Boscán, su decisión de abandonar Ecuador está vinculada a las constantes amenazas que ha recibido tras exponer casos de corrupción. Boscán y Velásquez indicaron que, debido a estas amenazas, su vida diaria se había visto afectada, impidiéndoles incluso salir de su hogar con normalidad.
Boscán relató que su familia ha estado bajo vigilancia, incluyendo el uso de drones que sobrevolaban su residencia, particularmente cerca del cuarto de sus hijas. Además, mencionó que recibían amenazas semanalmente. La situación llegó a tal punto que decidieron pedir asilo en Canadá para salvaguardar su integridad.
Denuncias de persecución
Boscán y Velásquez señalaron que, además de las amenazas del crimen organizado, han sido víctimas de persecución por parte de la Fiscalía General del Estado y cuerpos de inteligencia. La dirección de Inteligencia de la Policía Nacional supuestamente había realizado seguimientos a la familia, lo que fue confirmado, según Boscán, con documentos emitidos por la Fiscalía.
En marzo de 2024, la Fiscalía inició una investigación en contra de Boscán por el presunto delito de acción pública. Esto debido a su supuesta vinculación con los chats de Leandro Norero, un narcotraficante asesinado en la cárcel de Latacunga. Aunque Boscán ha sido mencionado en estos chats, no está relacionado con el caso Metástasis, que derivó de la investigación sobre Norero.
Apoyo Internacional
Boscán y su esposa han recibido el respaldo de organizaciones internacionales como Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional. Estas entidades han expresado su preocupación por el estado de la libertad de prensa en Ecuador y las dificultades que enfrentan los periodistas al investigar y denunciar actos de corrupción.
El periodista indicó que, a pesar de la distancia, seguirán con su labor periodística desde el exterior. El caso de Boscán pone en evidencia los riesgos que enfrentan los periodistas en Ecuador al cubrir temas sensibles, como el narcotráfico y la corrupción, y plantea interrogantes sobre el nivel de protección que el Estado ofrece a quienes ejercen la libertad de expresión.
La salida de Andersson Boscán de Ecuador y su solicitud de asilo en Canadá destacan la difícil situación de seguridad que enfrentan muchos periodistas en el país. Este hecho resalta la importancia de la protección de los derechos fundamentales. Como la libertad de prensa, y de garantizar que los periodistas puedan desempeñar su trabajo sin temer por su vida o la de sus seres queridos.
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